Tratando de ser popular.

2. Llegó la verdad.

Después de haber leído todo lo que leí: anuncios de NO AL SPAM, bla bla bla, popularidad falsa y más bla bla.
Llegué a mi punto de tranquilidad. Suelo encontrarlo más fácilmente en estos últimos tiempos.
En mi punto de tranquilidad como escritora (suena tan lindo imaginarme que soy una 'gran escritora') y como persona, siento que soy capaz de hacer lo que sea pero a la vez soy más madura de lo que aparento la mayoría del tiempo.
Entiendo muchas cosas que ni los adultos aceptan muchas veces y sin perder mi personalidad, dejo de considerar importantes muchas cosas superfluas, por ejemplo: la popularidad.
Si escribo es porque amo hacerlo, no porque quiera ganar reconocimiento por hacer algo que aún sin público me trae un placer inmenso.
Si publico mis novelas es porque perdí el cuaderno donde solía escribir. Si alguien lee y le gusta lo que escribo (parte de mí), pues me sentiré halagada.
Si no sucede algo así, la opinión de más peso es la que yo tenga de mí misma y para cada escritor es la que uno mismo tenga de sí mismo.
Cuando no hay nadie que te juzgue o critique de manera positiva o negativa, el mayor crítico de todos y el único que tiene la razón y el poder de hacerte cambiar y mejorar o ser fiel a quien eres realmente, eres tú mismo.
Esa es mi conclusión.
La popularidad no me dice quien soy. Mucho menos unos números vacios.
Probablemente nadie vaya a leer esto, pero no importa.
¿Por qué?
Porque mi propia opinión es la que vale.
"Y me voy a aquel lugar donde nadie ha ido aún, donde llueven chispitas de colores nunca antes vistos y sangre." dijo un gran amigo (Leo_Ch) en cuanto le expuse mi perspectiva.

Adiós nadie.
Gracias por siempre estar ahí.