No siento nada por Él

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Deeeespues de estar en una guerra de miradas con Jason (Que obviamente gane yo) Decidí tomar sol, pero no pude porque ya casi era el atardecer lo cual no tenia de otra que mirarlo con Jack.
-Oye Ila.
-Oye Jack.- Le dije. Él me miro sonriendome.
-¿Que hora es?.
-¿Tengo cara de saber la hora?.-
-Gracias por tu amabilidad.
-De nada, cualquier otra pregunta te responderé de la misma manera.
-Prefiero guardarme las preguntas.
-Hey, ni que fuera mala.
-No se si responder eso.
-No fue una pregunta Jason.
-Lo se.
-Ya es tarde tenemos que irnos.- Le dije mientras iba a mi ropa que estaba encima de una piedra. Me puse la primera remera que estaba seca y un short, también mis zapatillas secas.
-No, espera.- Me dijo Jason acercándose a mi. Admito que tengo miedo cuando se me acerca así.
-Deja de acercarte de ese modo.- Le dije para alejarme de él, pero no me dejaba.
-¿Por qué?.- Me preguntó sonriendo.
-Porque me das miedo.- Le respondí.
-¿Miedo de qué?.
-De que seguro en algún momento te acerques como ahora pero con un cuchillo y ¡Bum! Me apuñalas y adiós a mis cosas.- Le expliqué mi teoría. Él solo se reía.
-¿Acaso tu crees que soy un asesino en serie?.- Me dijo acercándose a mi, pero, sus músculosos brazos rodearon mi cintura.
-Un asesino que esta bastante bueno.- Le dije rodeando su cuello con mis brazos.
-Si realmente sería un asesino diría que eres una víctima no tienes inteligencia.
-Me encantan tus alagos.- Le dije mientras me acercaba a su cara para darle un beso en su comisura. Jason me atrajo más a él.
-¿Por qué?.
-¿Por qué que?.
-¿Por qué haces que estos momentos sean inolvidables?.- Él ya estaba bastante cerca.
-Tal vez porque yo soy especial.
-Si claro.- Susurró en un tono muy bajo.
-¿Qué?
-Nada.- Me separé de él para buscar mis cosas.
-Debemos irnos.
-Si está bien.

Caminamos mucho y sin darnos cuenta ya era tarde, diría que bastante tarde, La ciudad es bastante linda de noche. Según Jason al ser tan tarde y estando sola en un lugar que no conozco hay peligro lo cual es necesario su compañía hasta que llegue a mi cabaña.
-¿Al menos podemos tomar un taxi? No quiero caminar más.- En realidad si quería caminar por la ciudad a estas horas que no hay nadie.
-No. ¿Que pasaría si el chófer nos roba?.- Que exagerado, ni mi madre es así.
-¿Entonces prefieres que lo haga el chófer y no un grupo de ladrones, que, además de robarnos nos puedan secuestrar?.- El chófer puede hacer lo mismo, solo que no lo dije para que Jason no me termine llevando en avión o en barco.
-Mira si hay algún taxi que nos lleve, ¿O te sabes el número de alguno?.- Espero que él page.
-No se ningún número...ahí hay uno.- Le dije apuntando al taxi.
-Taaaaxi.- Jason más o menos se tira encima del taxi para que pare, el vehículo se detuvo.
-Cho cho cho cho fe para el taxi cho cho cho cho cho cho cho cho fe para el taxi.- Cante mientras me dirigía a la puerta del Taxi.
-No me importa si es casada No la quiero pa instalarme Yo no quiero que sea sólo para mi.- Jason canto la la parte que le seguía, hay muchas partes que le siguen, pero, él canto esa.
-Cho cho cho cho cho fe para el taxi cho cho cho cho cho cho cho cho fe para el taxi.- Ya estábamos adentro del Taxi.
-¿A donde los llevo?.
-En camino al club.- Dije mirando a Jason.
-Yo la conocí en un taxi en camino al club.- Entendió.
-Me lo paro.
- El taxi.
-Me lo paro.
- El taxi. Llevenos a las cabañas de los hermanos Tygor.- Dijo Jason al taxista.
-Me lo paro.
-Lo paro con una mano, lo paro que yo la vi.- En el camino cantamos el taxi que seguro el chófer se quizo tirar por la ventana antes de escucharnos cantar esa canción.
-Llegamos.- Dije para bajarme Jason me siguió.
-¡Oigan!.- Escuchamos al taxista.
-¿Que onda wey?.- Dijo Jason.
-¿Que pasa wey?- Dije yo. Él me miro.
-Se les olvida que yo no trabajo gratis, más si tengo que escucharlos cantar esa canción.- Se quejó el pobre taxista.
-Lo lamento, ¿Cuánto es?.- Le pregunto Jason sacando de su bolsillo su billetera.
-Cincuenta joven.- Con Jason miramos al taxista.
-¿Usted me esta cargando?.- Me acerque al taxista. Este negó con su cabeza.
-Debe estar bromeando.- También se acercó Jason.
-Nos debe estar viendo la cara de pelotudos este tipo.-Le dije a Jason.- Mira, deja de ser chanta y cobranos lo que se debe ¿Ok?.- Le dije al Taxista.
-Son veinte en realidad. Pero merezco más.- Jason le dio los veinte a ese tipo.
-Si tanto crees que te mereces no nos robes.- Le dije enojada, me dirigí a las cabañas.
-¡Ilatia espera!.- Me grito Jason. Yo me di vuelta.
-¿Que queres?.- Le pregunté.
-Tranquila.- Me dijo acariciando mi mejilla suavemente.
-¿Que haces?.- Aparte su mano de mi cara.
-Quiero calmarte, no hay necesidad de estar enojada.- Me dijo volviendo a acariciar mi mejilla, pero esta vez sus dos manos.
-Si la hay, nos quería engañar.- Agaché mi cabeza.
-Shhh no lo hizo tranqui.- Me levanto la cabeza. Me di cuenta que Souza tiene lindos ojos.
-Tengo ganas de besarte.- ¡Mierda! ¿Jodeme que lo dije? Hay que vergüenza. Tierra tragame ya. Jason sólo sonrió.
-Veo que no soy el único.- Vibró mi celular lo cual corri mi cara. Senti que el me estaba dando un beso, tenia razón. Vi mi celular y era la maldita alarma.
-Mierda.- Susurre.
-¿Que pasó?.- Hizo que lo mire.
-La alarma que me olvide de desactivar.- Le expliqué.- Me diste un beso en la mejilla.
-Si.- Me dijo mirando a un costado y separándose de mi.
-¿Me querías dar un beso en la mejilla o en los labios?.- Si fuera por mi lo besaría, pero, prefiro que él lo haga.
-Me tengo que ir.- Me dijo dado vuelta.
-¿Sin despedirte?.- Alcé la voz. -Adiós Ilatia.- Me dijo a lo lejos. Yo le lanze un beso, él hizo que lo tomó y que lo guardo en su bolsillo.

Una Aventura EncantadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora