I'm waiting for you

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Entré al criadero de gallinas,con un balde de granos de maiz en una mano y con la otra retirando el cabello de mi rostro.Me balancé con cuidado para no espantar a las gallinas y empezar una guerra de aves ruidosas y voladoras. Caminé hacia el criadero de gallinas,con un par de cubetas de maíz desgranado,una en cada mano.Soplé el mechon de cabello que se escapaba de mi coleta apartandolo de mi frente.

En cada costado del criadero había unas lineas de metal clavadas a las ventanas con reja donde las gallinas empollaban sus huevos y allí debía colocar el maíz.

Dejé la cubeta de mi mano zurda sobre el seco pasto que rodeaba toda la granja.Coloqué el maíz en las metalicas lineas,y las gallinas comenzaron a picotear desde las aberturas de las ventanas con sus duros picos.

No odiaba mis labores como granjera,amaba vivir entre tantos animales y encargarme de ellos.Desde niña sentí un amor por los animales de cualquier clase,creo que era muy varonil o pensaba que era un chico.Después de asistir a clases,me encargaba de la granja y las tareas que papá,Harrison,me otorgaba.

Mientras las gallinas se alimentaban,tomé una canasta cerca de la puerta del criadero y recolecté todos los huevos.Terminé de tomar todos y los llevé hasta mi casa que tenía varias decenas de metros de distancia.Entré por la puerta trasera que me llevaba directamente a la cocina.Por las ventanas ví a mis hermanas cocinando un pay.

Recordé las duras palabras de mi madre,Julia, cuando me dijó que no pasaba demasiado tiempo con ella.

-No pareces mi hija,eres más bien un chico desconocido para mi-Sus ojos mirandome con desaprobación.Esas palabras fueron a causa de una pelea estupida,yo no quería ser una niña lanzadora de petalos en una boda y se lo dijé a mamá pero ella nunca lo entendió.

Sí,sus palabras dolieron.No de una manera fisica pero si emocional,desde entonces nunca he convivido con mamá sin tener una riña.Por eso,estaba mas tiempo con Louis,mi mejor amigo y papá,todos los días.

Era preferible pasar todo el día con los hombres de mi familia,en total siete,que escuchar a mamá criticando mi varonil forma de vestir y toda la suciedad de mi ropa.

-Aquí están los huevos de granja-Canturré entrando por la puerta.

-Gracias-Agradeció mi madre sin mirarme a los ojos.

Las noches que pasaba llorando por todas las

veces en que mamá me ignoraba y reprendía fueron cientos y cientos.Hasta que aprendí a vivir con eso,papá me dijó que en el fondo...muy en el fondo,mamá me amaba a su manera.

-Hey Susan,¿quieres cocinar el postre con nosotras?-Me preguntó Frida,nuestra hermana más pequeña.

-No quiero volver a quemar el pastel,o como se llame,de nuevo-Le contesté con una sonrisa.

La única tarea que me habia asignado la primera vez que me obligaron a convivir con mis hermanas terminé quemando el pastel dejandolo casi en cenizas.

-No insistan chicas.Jane estará muy ocupada y

no creo que abandone a Africa por nosotras-Dijó mamá hablando en mi nombre.

Deseé contestarle y decirle que preferia estar con Africa,mi caballo, todo el tiempo que con una madre amargada y despresiativa.

-Fue un gusto traerles huevos-Miré a mamá.

-Africa me extraña,hablaré con ella de mis problemas y tal vez ella si me diga "te quiero Susan"-Dijé con un escandaloso y delatador sarcasmo.

-¡Susan,no empieces una discusion de nuevo!-Me gritó mamá.

I'm waiting for youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora