Capítulo 11

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Pau:

Miro a un asombrado Paio, que me observa sin dar crédito a lo que ven sus ojos, me mira de arriba abajo y yo le sonrío saliendo poco a poco del trance en el que me he visto envuelta al abrir la puerta y verlo de traje tras ella. Aunque una parte de mi quisiera pensar que esta aquí por mí, en el fondo mi intuición me dice que tiene que haber otro motivo.

—¿Qué haces aquí?

—Yo te iba a hacer la misma pregunta—Paio me sonríe— Estás muy guapa.

—Gracias, tu también—Le sonrío con timidez y le abro la puerta del todo—¿Está bien Giane?

Pensando que ese es el motivo por el que ha venido a mi casa. Pero va de etiqueta y está realmente apuesto, eso me descoloca.

—Sí, esta con Laia y su madre, han decido malcriarla esta noche.

Sonrío al pensar en la pequeña.

—¿Has venido a la cena?—Recuerdo que trabaja para mi padre.

—Sí... exactamente...

Paio parece serio y contrariado, lo veo abrir la boca para hablar pero somos interrumpidos por mi hermana.

—¡Estas aquí!—Me vuelvo pensando que se refiere a mí, pero pasa de largo y la veo arrojarse a los brazos de Paio y besarle en los labios.

En ese instante siento como si me faltara el aire, como si todo a mi alrededor desapareciera por la impresión, esto no puede estar pasando, él no puede ser el prefecto novio de mi hermana. Trato de respirar, de no delatar lo mucho que me ha afecto este descubrimiento. Pero mis ojos se niegan a volver a su estado habitual.

—Te dije que vendría—Paio aparta un poco a Bianca de su lado y me sonríe— Pau...

—Veo que ya conoces a mi hermana.

Yo sigo sin poder decir nada, pese a sentir la mirada preocupada de Paio, me he quedado bloqueada.

—Sí, es la niñera de Gianella.

—¡No lo sabía! Que casualidad—Mi hermana me mira—Pau los papas te estaban buscando, por tus manos deduzco donde has estado. No sé cómo puedes ser tan descuidada.

Me miro las manos saliendo de mi ensoñamiento y las veo negras por el carboncillo.

—Yo...nos vemos ahora.

Salgo hacia los servicios y antes de perder de vista a la pareja feliz, los miro y la verdad se cuela en mi mente. Ellos hacen una pareja perfecta. Mi hermana es casi tan alta como Paio y va perfectamente vestida, con elegancia, y haciendo gala de su buena figura. Por un instante, por un pequeño instante, pensé que él estaba aquí por mí. Y es por ese instante por lo que me siento tan ton.ta, por no haber sabido ver la verdad. Pero
saber que no solo tiene novia, si no que es mi hermana, hace que mi dolor sea aun más grande, no podré soportar algo así.

Entro en el baño y me lavo las manos, cuando alzo la cabeza para mirarme al espejo compruebo horrorizada que estoy llorando. Me seco las lágrimas haciendo que mi maquillaje se corra. Soy un desastre. ¿Me habrá visto él llorar? ¿Puedo caer más bajo?

Me lavo la cara y me quito todo rastro de maquillaje.

Cuando termino me seco con una de las toallas y la cojo para llevarla a la cocina. Estoy llegando, cuando la voz enfadada de mi madre me detiene.

—¡¡Paula!! ¿Se puede saber que haces?

—Se me ha corrido el maquillaje.

Me vuelvo y mi madre poner cara de espanto.

Enamorada del novio de mi hermana|Adaptada|PaioedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora