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Muymuy buenas :D Quiero dedicar este one-shot a @Noalovegood porque sé que tiene ganas de leer mi lemon y bueno... ¡Aquí hay lemon! ewe

Quería hacer un one-shot porque sé que últimamente no estaba publicando ni nada y... D: Así que os dejo esto como regalito antes del 16 que ya volveré a retomar mis hábitos de publicar mis fics. 

Diiicho eso, os dejo con este one-shot con mucho Jerza y mucho lemon ^^ 

Ni Fairy Tail ni sus personajes me pertenecen, son de Mashima.

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Él era un general de división muy respetado entre sus filas y con una información demasiado jugosa para el enemigo. Sin embargo, no contemplaba ningún vicio que lo hiciese caer entre las estratagemas que muchos espías intentaban con él. Ni el alcohol. Ni las mujeres. Jellal Fernandes recordaba demasiado bien como su padre le avisaba de las fechorías que somos capaces de hacer el ser humano por amor. Y por eso se privó de ello. Nunca sintió amor hacia ninguna mujer. Ni siquiera había hecho más que compartir el lecho con una mujer cuando era adolescente por curiosidad.

Su vida estaba vacía, pero él no lo sabía ya que nunca la había sentido llena.

Ella era una mujer que llegaba apurada a fin de mes tras trabajar diez horas en la panadería del barrio más pobre de Francia. Peinaba el pelo de su hija mientras esta dormía en su regazo cuando dos golpes en la puerta, despertaron a la niña de su sueño. Las visitas no solían ser algo normal en su piso, con los que instó a la niña a esconderse, pensando que en periodo de guerra no era bueno que soldados la vieran como madre soltera. Y más en una sociedad tan machista.

Su vida estaba vacía, porque a ella no le habían devuelto el amor que en su momento regaló.

Aun así, ella había seguido adelante. Y seguiría luchando con uña y dientes contra todos los golpes que le tuviese guardada la vida. Lo que no esperaba, era que el próximo golpe se aproximaba a una velocidad vertiginosa.

Un hombre musculoso con gabardina saludó a la peliescarlata, con superioridad. Erza Scarlet, se temió lo peor.

-El jefe quiere verte.-fue directo, turnando las peores sospechas de la mujer en ciertas.

-Yo corté con esa vida, él me dijo que podía irme sin nada a cambio.- le contestó la peliescarlata, manteniendo la mirada al rubio al que llamearon sus ojos. La mujer, aun vistiendo harapos sucios y viejos, derrochaba una sensualidad latente que fue la que la hizo tan buena en su trabajo. "Por algo la llamaban Titania", pensó el rubio mientras maravillado se imaginaba como sería compartir cama con ella.

-Las cosas no son así de fáciles, preciosa.- le sonrió juguetón. Erza, muy acostumbrada a aquella clase de hombres, hizo caso omiso a ese aspecto juguetón. Y mantuvo su semblante serio, sin contraerse ante el aspecto amenazante del hombre.- Déjame entrar y te daré detalles.

Erza suspiró, no le venía bien que sus demás vecinos conocieran su pasado como prostituta. Pero tampoco quería que vieran a un hombre entrar en su casa, suficiente era soportar la carga de ser madre soltera. "Es mejor que sepan que entraron mínimo dos hombres en mi cama que mi pasado como prostituta", pensó la mujer mientras daba paso al rubio.

Tras acomodarse en la modesta casa como si fuese la suya, miró de arriba abajo a la mujer que no quiso ofrecerle nada de comer ni beber para acortar la visita.

-El jefe te ofrece un trato.- Erza levantó una ceja.- Tenemos cientos de papeles que certifican... tu pasado. Si consigues este objetivo, eliminaremos dichos papeles y serás libre.

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⏰ Última actualización: Dec 03, 2015 ⏰

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