Capitulo 15.

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Niall me miró, lo cual sentí que mis mejillas ardían de la vergüenza. Rápidamente bajé mi mirada hacia el piso.

—Bueno chicas, las esperamos esta tarde entonces. —murmuró Niall, mientras se levantaba del sofá para retirarse.

— ¡Oh! ¡Este es el mejor día de mi vida! —comentó Rebb.

— ¡Y el mío! —acordó Liz con lo que Rebb acababa de decir.

Liz y Rebb despidieron de Niall, y se fueron al baño a lavarse la cara, debido a que habían llorado de la emoción.

Acompañé a Niall hasta la puerta de mi departamento.

—Gracias por hacer feliz a mis amigas... —Le sonreí y morí por decirle que a mí también me hacía sentir feliz.

—Gracias a ellas por querernos tanto —murmuró, mientras se encogía de hombros.

—Eh... —susurré sin saber cómo despedirme de él.

—Bien...Adiós Emi... —Se acercó a mí y me besó la mejilla, lo cual hizo que se me ponga la piel de gallina.

Niall me miró por última vez y se marchó. Cerré la puerta, fui hasta el sofá y me tumbé sobre el mismo.

En ese instante, mis amigas se acercaron a mí con una sonrisa maliciosa.

— ¿Qué les pasa? —pregunté mientras se sentaban una en cada lado del sofá dejándome entre medio de ambas.

Noté que las dos se relajaron en el sofá, pero supe que estaban muy tranquilas, sabiendo que esta misma tarde conocerían a sus debilidades, Liam y Harry.

Rebb se levantó con cautela, dio una buena bocanada de aire y de repente... comenzó a saltar por todo el departamento como una loca.

— ¡Oh si! ¡Oh si! ¡Oh si! —No hablaba... ¡Gritaba! — ¡Conoceremos a nuestros ídolos!

Liz se levantó y comenzó a saltar con ella como unas niñitas de cinco años.

—Que pesadas... —apenas susurré para que no me oyeran, pero ambas tenían un buen oído.

— ¡¿Vas Happenin Emily?! —dijo Rebb, y noté que de la emoción que tenían, no les importó lo que les dije.

— ¿Esos es lo que dice Lou? —Sabia que lo decía Zayn, pero lo dije apropósito porque sabía que les molestaba.

Liz me miró, enmarcó una de sus cejas, y con tranquilidad me respondió que era Zayn.

—Es tan hermoso... Creo que es una de mis debilidades. —dudé. Pero sentía una gran atracción por Zayn. No tan fuerte como la que sentía con Niall, pero sentía una atracción distinta a comparación de los otros chicos.

— ¿No es Niall? —preguntó Rebb, mientras se sentaba a mi lado.

—Si... pero creo que Zayn también lo es... ¿Hay algo de malo?

«Sienta lo que sienta, sé que nunca voy a estar con ninguno de los dos... así que...»

—No no... pero nunca nos dijiste nada...

—Acabo de darme cuenta... —dije, lanzándole una sonrisa a Rebb.

—Eres una perra... -bromeó.

—Amigas iré a casa, me bañaré, y me retocaré un poco. Luego vendré aquí para ir de los chicos... —murmuró Liz.

—De acuerdo... —respondí.

—Sí, yo también... —agregó Rebb, mientras se levantaba del sofá.

—De acuerdo... —volví a responder.

Me despedí de mis amigas, y se fueron a sus casas a producirse para luego ver a sus ídolos. Yo, como ya me había bañado, decidí ir a ver que podía ponerme... Comencé a revolver todo mi placard, tenía ropa desparramada por toda la habitación.

Busqué por un buen rato hasta que encontré, algo que ponerme.

Estábamos en otoño. La mayoría de las veces, al mediodía hacia calorcito, hasta que empezaba a oscurecer y se ponía fresco.

Elegí; un short con encaje de color claro. Abajo del short, me puse unos cancanes negros, con unos pequeños corazones, y una blusa color pastel, con un tierno bolsillo del lado derecho. Como el moratón que me habían hecho aquellos hombres quedaba al descubierto, me puse una chaqueta que me combinaba con la camisa. En los pies me puse unos borcegos, que me llegaban un poco más arriba del tobillo de color marrón. Me sentí muy cómoda. Me miré al espejo, y era una de las pocas veces que me preocupaba en cómo estaba vestida. El pelo me lo dejé suelto. Solamente me lo tiré hacia atrás. Me puse un poco de perfume, y apenas me retoque un poco con maquillaje.

La hora se estaba aproximando, y mis amigas me habían mandado un mensaje que estaban en camino.


Nunca te olvides de mi (NIALL HORAN) |TERMINADA| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora