6 meses para vivir [Terminada.]

Cartas a Kira.

ALEX'S P.O.V

Desperte con una resaca terrible sintiendo algo pesado sobre mi, abrí los ojos para descubrir un manchon rojo sobre mi. Kira. No quería despertarla, porque me gustaba la manera en la que su cuerpo descansaba inherte, tan calmado, diferente a cualquier momento de ella consciente. 

Me gustaba la manera en la que se abrazaba a las almohadas, en este caso a mi, como si temiera estar sola. Era gracioso, porque Kira era la persona más querida y popular que conozco, pero estra sola, por el simple hecho de que así lo siente. 

Podría mirar a Kira dormir, hacer lo que fuera todo el día, pero era su ultimo día aqui, había que aprovecharlo. La moví suavemente hasta que abrió perezosamente los ojos, no pude evitar aspirar. Era involuntario, era como ver la nada y de pronto sus ojos verdes. Era como no ver nada en la oscuridad y de pronto ver el faro más brillante de todos. 

Eso era Kira. Era tantas metaforas y no era ninguna. Era muchas cosas, pero al final del día era solo una persona, solo una persona como yo. Era muchas metaforas, pero no era ninguna. Porque no era su culpa que uno siempre quisiera ver más alla de lo que hay. 

-¿Que miras? -Me dijo con una sonrisa ladeada, indicando que todavía estaba medio dormida. No importa si esta inconsciente, aún así es cinica, cortante, fria y sarcastica. Y en parte no me gustaría que fuera de otra manera. 

-Que no puedo creer que no te veré todos los días.-Le dije sin pensarlo. No quería decir eso, pero tampoco era mentira. 

-Alex, ya hablamos de eso.-No me miraba, miraba el piso como si mirarme la intimidara, como si hasta cierto punto, ella tampoco quisiera irse.-Sabes que no puedo quedarme.-Dijo con un suspiro, se levanto lentamente llena de pesadez y camino directo a su habitación a vestirse. Unos momentos más tarde todos estabamos vestidos, desayunando juntos.

Era como si la tensión se pudiera cortar, como si temieramos que si alguno se movia o hablaba el momento se acabaría y ella ya se habría marchado. 

-Así que..-Comenzó a decir Chuck, Kira levanto la mirada de su plato de cereales y yo seguía moviendo mis huevops revueltos con el tenedor sin ganas de hacer nada más. -Esto es todo. Es el ultimo día juntos.-Kira no respondió, pero miró a otro lado, como si ver a Chuck la lastimara. 

-¿Alguna vez pensaron que estaríamos aqui? Ya saben, siempre pensé que siempre estaríamos juntos, que si algún día nos separabamos sería porqué queremos, no por nada de este estilo.-Dijo Kira.

-No, pero en parte sería más fácil separarnos por algún conflicto.-Comenzó a decir Chuck. Kira enarcaba la ceja mientras ingería su cereal. -Me refiero a que cuando te separas por tus pantalones es más simple, inconscientemente te vas desprendiendo de ellos. Ya sabes, hablan menos y cosas así que hacen que ya nada sea igual, sin embargo, nosotros es todo igual. -Dijo mirando su comida. 

-Chicos, yo se que prometimos salir y hacer cosas divertidas, pero no quiero salir, quiero quedarme y hacer lo que nunca he hecho.-Dijo Kira dandose por vencida con su cereal. 

-¿Así que quieres hacer un trío? -Nos dijo Chuck. Kira apenas y sonrío, parecía otra persona. Si no fuera por ese cabello zanahoria, no la reconocería. Parecía el fantasma de alguien. Se veía apagada, con miedo. 

-Oh vamos charles, te dije algo que no haya ya hecho.-Ellos compartieron una risa a la que no me uní. No estaba bien, nada de esto. No estaba bien que ella se fuera, no por estas razones. El amor no nos vuelve idiotas, nosotros hacemos idioteces por las personas y culpamos al amor. Lo culpamos por hacer idioteces mientras estamos muy ciegos para ver lo que hacemos, cuando es posible, es posible tener un amor que no te haga sentir mal y desesperado, es posible tener un amor sano que te haga sentir bien y no te consuma.