Capítulo 8

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-Venga vamos-Dice Justin tendiendome una mano para ayudarme a levantarme.

El viaje de regreso a casa fue de lo más silencioso. Él no quería hablar y yo tampoco, así que agradecí el silencio, me daría la oportunidad de pensar en que iba a hacer.

Brooke había dejado bastante claro que seguía enrollándose con Justin y él me dejó muy claro sus sentimientos hacia mi.

Llegamos a mi casa y la parada del motor del coche de Bieber me sacó de mis pensamientos.

-Bueno gracias por traerme a casa.-Quiero salir cuanto antes del coche.

-De nada y siento lo que ha dicho Brooke, te aseguro que hace bastante que no nos liamos.

-No te preocupes Justin, no quiero saberlo, es tu vida puedes hacer lo que quieras con ella. Bueno adiós.-Le digo mientras salgo del coche para deslizarme entre el jardín para volver a mi habitación.

Al entrar en mi cuarto voy directa a ducharme. Quiero que el agua me quite todo el estrés de este día. Tardo como una media hora en salir, es como si el agua me hiciera invisible de este mundo y no existiera. Me pongo el pijama y salgo para meterme bajo las sábanas y por un casual dormir varios meses.

Me tumbo sobre la cama y empiezo a mirar el techo y pensar.

¿Debería salir con Justin? ¿Siento yo algo por aquel chico cariñoso al igual que peligroso, que en sólo dos días me ha confesado sus sentimientos? ¿Y Brooke? ¿La seguirá queriendo? ¿Se seguirán acostando?

Nadie me puede asegurar que Bieber no me engañe con la chica con la que siempre acaba en la cama.

Creo que debería dejarme el tema de los chicos y de las peleas, aunque ese tema haya formado parte de vida.

Al día siguiente no me veo con ganas de ir a clase. Ayer viví demasiadas experiencias juntas. Puedo intentar mentirles a Matt y Sam para que me quede en casa. El golpe que me dió Brooke sería una buena excusa.

Bajo de la cama pero algo me frena y hace que caiga sobre ella de nuevo.

-Cuidado que me espachurras.

-¿Qué haces aquí Justin? Deberías estar en tu casa, no en la mía.-Parece que no tuviera casa.

-Es que ayer estaba preocupado por todo lo que pasó.

-Eso no me explica porque estás aqui.

-Cuando te dejé en casa por segunda vez y llegué a mi casa empecé a pensar y creí que debía hablar contigo de lo ocurrido, así que volví para hablar pero cuando entré ya estabas dormida, por lo que decidí esperar a que despertaras.

-¿Pero tan importante es eso de lo que tenemos que hablar?-Bieber parece incansable.

-Sí.-Dice con un poco de preocupación en su cara.

-Bueno, voy a intentar quedarme en casa y cuando se vayan mis padres hablamos.

-Vale.

Bajo a la cocina y me encuentro en la barra a Sam y Matt sentados, desayunando.

-Buenos días.-Digo por detrás de ellos.

-Buenos días cariño.-Me dice Sam bajando del taburete.-¿Qué tal estás?-me pregunta acercándose para ver mi herida.

-No muy bien, me duele un poco.

-¿En serio?-Dice Matt, sentado todavía con la taza de café en la mano.

-Si, ¿Podría quedarme hoy en casa?-La pregunta de Matt no me gusta nada, espero que cuele lo de poder quedarme en casa.

Sam y Matt se miran fijamente durante un momento. Parece que por su expresión Matt no quiere, pero la cara de Sam lo hacen aceptar a regañadientes.

TroublemakerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora