Barry Allen (One Shots)

Bad Girl

-¡Sueltenme maldita sea!-forcejeaba intentando sacarse del agarre de los policias -¡tengo derechos, mis manos duelen!- grito mientras la sentaban en una silla, la estación parecía un mercado con tantos gritos y cuchicheos entre todos, la razón era la hermosa chica rubia que tenía frente a mi
-me lastiman, además están arriesgando mi hermoso vestido de Channel - grito mientras observaba a todos de mala manera,

Era muy linda

-Eres una ladrona y asesina, deberías confesar- Levanto su vista encontrándose con Joe -Que gusto verte de nuevo.... Monserrat Snart- ella ladeo su sonrisa y yo sentí como un balde de agua fría caía sobre mi

-¿Snart?- pregunto haciendo una mueca de asco -Prefiero, Monserrat Red- El Rodó los ojos y se sentó frente a la chica -¿a que me queda bien el rojo?- dijo observando su vestido y Joe sentarse frente a ella con cara de pocos amigos

¿como era posible que alguien tan tierna fuera una ladrona?

-No te dejes engañar por su cara de inocente Allen- dijo el capitán a mi lado -es demasiado peligrosa-

-no se que hago aquí, estaba tomando un café de vainilla con doble crema , cuando me arrestaron- dijo con voz delicada, si no supiera quien es, sin pensarlo dos veces, diría que es inocente

-eres una ladrona, por eso estas presa- la sonrisa que hizo, me era demasiado parecida a la de su hermano mayor, intimidante y arrogante

-¿Tiene pruebas?- contestó con altanería y diversión en sus ojos, sus ojos pasaron cada oficial que había en ese lugar hasta parar en mi, sintiendo como la bilis subía a mi garganta, sus ojos eran azules y su perfil impecable -¿y este niño que?- su carácter no era impecable, si no más bien hiriente

-el no importa, Monserrat háblame de tu hermano- la chica sin dejar de pasar su mirada por mi todo, contestó sin vacilar

-yo no tengo hermanos- contestó segura de si misma -soy hija única, mi mamá fue madre soltera, mi progenitor sólo me dio el apellido, nunca lo he visto, ni me interesa verlo, ¿porque me interesarian sus hijos?- no hubo duda en su comentario, ni remordimiento por negar a su familia, y me sorprendió aún más el odio que había en sus palabras.

-Tienes contactos con ellos, no mientas- la chica desvió la vista de mi y yo deje la rigidez de lado

-no te estoy mintiendo Joe, ¿Porque protegeria a esos estúpidos?, lo único que comparto con ellos es un lazo de sangre, no mas- la chica se observó su esmalte de uñas y luego lo vio -créeme que si pudiera entregárselos, lo haria, ellos no me interesan en lo más minimo-

-todos ustedes son unos ladrones ¿Que más quieres que compartan?- contestó Joe cruzando de brazos y la chica apretó su mano -dudo que me los entregarán, después de todo son tu sangre- una risa escalofriante me hizo ponerme helado, ella reía como una desquiciada, como si le hubieran dicho el chiste más malo del mundo, y de lo malo que era; reía, pero después la seriedad volvió a su rostro de golpe

-yo pague los errores que me probaron- contestó respirando -el que sean mi sangre no quiere decir nada, ellos me lanzaron a los lobos, no entiendo porque yo...- guardo silencio mientras una sonrisa maliciosa se veía en su rostro -no debería de hacerlo- todo el mundo se quedó en silencio y su mirada de nuevo llegó a mi -¿Quien eres?- me pregunto y todos me miraron

-dinos lo que tienes que decir- presionó Joe y la chica lo ignoro

-¿Quien eres?- pregunto de nuevo y yo estaba planteándose seriamente si sería buena idea que me marchará -...¿Quien eres?- demandó y observe a Joe intentando saber que hacer