Kiera Lestrange #Wattys2016

Clases con... ¿Granger?

Era jueves. Un día para el baile. Al cual había rechazado ir con Draco. Al cual iría con Harry. Harry Potter.
Camine solitaria hasta el ya conocido árbol junto al lago. Otra vez me quede leyendo. Pero esta vez no era un libro de la biblioteca, sino uno que me había mandado Tonks. Era bastante entretenido, más que los que había estado leyendo en Hogwarts. Este se llamaba "El principito". En su carta, Tonks explicaba que era un libro muy conocido en el mundo muggle, y que había pensado que quizá me gustaría. Y tenía razón.
- Harry tenía razón, lees cuando necesitas matar el tiempo.- dijo una voz femenina sobre mi cabeza. Levante la vista y me encontré con Hermione.
- No- le dije- yo leo para ganar el tiempo.
Y ella solo sonrió.
- No es que no quiera estar contigo, pero... ¿No se supone que debo tener clases con Harry?
- Harry es tu profesor de 'ser buena persona'. Yo seré tu profesora de 'comportarse'.
- ¿Y qué se supone que va a enseñarme, señorita Granger?
- Bueno- me dijo aún sonriendo- mañana es el baile, y no estoy segura de que sepas bailar. Y tampoco tienes un vestido.
- No necesito un vestido.
- Necesitas verte bien, al menos para tu pareja.
- Claro que no. Iré con un amigo.
- ¿No se suponía que irías con Harry?- me preguntó confusa.
- Por eso no necesito vestido. Porque es mi amigo... ¿Entiendes?
- Entiendo que tú pienses eso, pero dudo que Harry lo tome muy bien.
- ¿a qué te refieres?- pregunté.
- Nada... Cambiando de tema, ¿tan difícil es ir con una sangre impura a Hogsmead y comprar un simple vestido?
- Hermione... No te considero una sangre impura. Ya te pedí perdón, ¿no te basta?
- Si, solo estaba bromeando. Pero si no vienes a comprar un vestido, si me sentiré muy ofendida.
- Okey... Vamos.
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Ya teníamos nuestros vestidos. O el mío. A Hermione se lo habían enviado esa mañana sus padres. Era un hermoso vestido azul. El mío, en cambio, era de color rojo.
- ¿quieres que mañana te ayude a maquillarte y peinarte?- me preguntó Hermione.
- Yo... Está bien. Pero no entiendo porque haces todo esto. No tengo a nadie a quien impresionar.
- Si. Debes impresionar a Harry- me dice divertida.
- Harry es mi amigo. No necesito impresionarlo.
- Eso no es lo que piensa Harry...
- ¿Piensa que soy tan horrible que es necesario que me vista, maquille y peine?
- No. Piensa que no eres su amiga.
- Enserio... Pero yo pensé que éramos amigos... Es decir, es mi único amigo, además de ti.
Hermione lucia feliz de que la considerara mi amiga.
- Vamos al punto. El no quiere que sean solo amigos.
Yo estaba muy confundida.
- ¿y qué más quiere ser? ¿Mejores amigos? Porque él no tendría ningún problema, después de todo, no tengo muchos...
- Dudo que quiera ser algo relacionado con 'amigos'. Pero si tanto te interesa- me dijo sonriendo- pregúntaselo mañana en el baile.
- Esta bien.- le conteste yo.
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Era viernes. Día del baile. Apenas había aprendido a bailar con Hermione, y tenía que hablar con Harry... Porque si me odiaba tanto que no quería que fuéramos nada relacionado con 'amigos', ¿porque quería ir al baile conmigo?
Esa tarde todos tenían que prepararse, así que no tendríamos nuestras clases de 'ser buena persona'. Solitaria, caminaba por los pasillos de Hogwarts, sola, mientras leía 'El Principito'. Debía esperar que Hermione estuviera lista para ayudarme a prepararme, así que no tenía nada mejor que caminar por allí.
Pero cuando estaba leyendo, escuche una voz muy familiar detrás de mí:
- Miren, es la amiga de la sangre impura. La sucia traidora.
Me di la vuelta y me encontré con Draco frente a mi.
- Buenos días, Draco. Yo también te quiero.
- Pues yo no- me dijo frío.
- Mira, no tengo todo el día para pelear contigo, tengo que prepararme para el baile, tengo gente que ver, amigos de VERDAD con los que estar... Ya sabes, lo normal. Así que ve al punto.
Primero, mi primo me vio un poco sorprendido, pero luego siguió:
- No tengo un punto. No tengo nada que aclararle a quien traiciona a su familia. Y lo peor de todo, es que me rechazaste, a mí, tu primo, para ir sola al baile acompañada de tu amiguita Granger, la sangre sucia.
- Yo no voy a ir al baile con Hermione. Y es hija de muggles, para que sepas. Y, para variar, es 10 veces más inteligente que tú.
- ¡CÁLLATE!- me gritó enfurecido. Pero luego se calmó un poco, y siguió- si no vas a ir con la mugrosa, ¿con quién iras? ¿Con tu amigo invisible?
- No- le dije- con otro amigo. Harry Potter.
Si antes Draco se había visto sorprendido, ahora parecía como si hubiera dicho que iría con un fantasma.
- ¿P-Potter te invito?- le preguntó Draco.
- Si.
- ¿Y tú aceptaste?
- Claro que si. Harry es mi mejor amigo. Mi mejor amigo en la vida.
- No... - me dijo Draco, desesperado- No... No puede ser tu mejor amigo...
- Pues, que mala suerte para ti, porque así es. Es mi mejor amigo.
- ¡YO SOY TU MEJOR AMIGO! ¡SIEMPRE FUI TU MEJOR AMIGO! ¡DEBÍAS IR AL BAILE CONMIGO, NO CON EL IDIOTA DE POTTER! ¡APENAS LO CONOCES!
Un poco asustada por los alaridos de Draco, le conteste:
- Mira, Malfoy. Fuiste mi mejor amigo en la infancia, y lo aprecio. Pero me abandonaste. Y tus padres también. Me llamaste traidora, mentirosa, y miles de cosas peores. Harry es mi mejor amigo ahora. Él me entiende, me acepta como soy, y quería ayudarme a mejorar. A mejorar lo que nuestros padres nos causaron.
Malfoy estaba rojo de furia, pero no podía hablar, así que seguí:
- Podría ayudarte a cambiar a ti también. Podríamos volver a ser mejores amigos.
- ¡YO NO NECESITO LA AYUDA DE POTTER, NI LA TUYA TAMPOCO!- me grito.
Salió corriendo, y mientras se iba, le grite:
- ¡Vete al infierno, Malfoy!