Capítulo 14: Mis dos amigas.

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Me senté en la parte más alejada del instituto, era una zona donde no había mucha gente, solo... yo. Me senté en el bordillo y me cogí las rodillas y me quedé mirando un árbol, ahora color marrón por el paso del otoño. Toda mi cabeza era una tormenta que aún no amainaba no, si no que estaba en su máximo esplendor. ¿Por qué todo me pasaba a mí? ¿Qué hice para merecer todo esto? Quizás que dos chicos muy... guapos estén colados por ti es un honor para cualquier chica pero para mi, no. Quiero ser feliz y sé que con Ian no lo voy a ser y con Max... él es especial, siempre fue mi mejor amigo, siempre me apoyó y siempre estuvo cuando más lo necesité y admitasmolo, siento cosas por él. ¿Conseguiré enamorarme de él?.

Quizás Pallina tiene razón e Ian sea el amor que siempre voy a amar y Max el amor con quién voy a tener mis hijos, pero no dijo que eso no me hiciera feliz. 

Me levanté de golpe, dando unas palmaditas ligeras en mis jeans para sacudir el polvo. Estaba decido, iba a alejarme de Ian y me iba a enamorar de Max. Volví con pasos más decididos y miré el reloj, genial, me había saltado la hora de Lengua. 

Me dirigí a mi hora de E.F, pasando por las pistas hasta los vestuarios de las chicas para cambiar mi ropa.

—Chloe... Quería pedirte disculpas por lo de antes. 

—Pallina—Dije sin mirarla, pues sabía que era ella simplemente por la voz.—No te preocupes, yo no debí decir lo que dije. Además, ya sé perfectamente lo que voy a hacer. —Me giré para mirarla y sonreir. Ya le explicaría después.

—Bueno... ¿Todo bien entre nosotras? Eres mi mejor amiga, no quiero que te alejes por esta tontería...

Me levanté y la abracé, conocía a Pallina durante mucho tiempo como para saber que de verdad se sentía mal y que cualquier cosa que hiciera rara la tomaría como que sigo enfadada por esto. Esta chica tonta e idiota, pero guapa e ingeniosa era mi mejor amiga desde que tengo uso de razón, no la voy a dejar ir.

—Eh, no me voy a alejar de nunca, ¿entiendes? No soy tan fácil de echar y, menos de tu lado. Siempre seremos hermanas, no de sangre pero si de corazón, ¿vale?

—Está bien.—Dijo con la mano quitándose la lágrima que había intentado para pero que yo había visto. 

La cogió de la mano y fuero junto con Don Martínez a las pistas para correr, hermoso, ver como chicas con generosos dotes corren y estos dones empieza a botar como balones demasiado bien inflados y los demás chicos, llenos de hormonas las miran como si fueran linces acechando a su presa. Por este echo, Pallina y yo nos quedamos de las últimas siempre o, nos inventamos una lesión y, siempre cuela. 

—¡Muy clase, vamos a correr con alegría y felicidad ¿vale?—Dijo el profesor intentado animarnos pero hasta que él no corra con nosotros no correremos con ''alegría y felicidad'' 

—Chloe ¿estás bien? No te vi en clase de Lengua—Dijo Max agarrándome la cintura y acercándome a él. 

—¿Q-qué si estaba b-bien? ¡Si, claro! Solo tenía un dolor de barriga, ya fue.—Le respondí con un ligero rubor en mis mejillas, ya que no me acomstumbraba a sus muestras de cariño en público. 

—Ponte atrás del todo, no quiero que los demás chicos te miren tus amigas.—Susurró el chico dejándome allí parada con Pallina.

—¿Qué quería con...? Ah, mis amigas, claro.—Agaché mi mirada mirándome los senos. Entonces cai en la cuenta de a lo que se refería.—¡Pervertido!—Dije en un susurro que solo alcanzó a oír Pallina y yo. 

¿En serio Max era tan pervertido? No lo recuerdo así. 

La hora pasó y con ello el fin del día escolar, cogí la mano de mi amiga y fui a los vestuarios femeninos a darme una ducha. 

Salgo de esas cuatro paredes blancas con una toalla con el logo del instituto enrollada en el cuerpo y otra en la cabeza a modo de turbante, cojo mi mochila y camino hasta un lugar apartado. Una vez echo esto me pongo unos jeans oscuros y una camiseta blanca ajustada y salgo al patio donde está Pallina y, a su lado, Liam. 

—Hola Liam ¿Qué tal?—Digo con una sonrisa, hacía tiempo que no sabía nada de él y, aunque hacía poco tiempo que lo conocía, me caía bastante bien. 

—Hola Chloe, le estaba diciendo a Pallina que el sábado doy una fiesta en mi casa ¿os gustaría venir? 

—¡Claro! ¿Dónde es?

—Os recojo a las 21:00 en tú casa y a partir de allí os veo.—Dije con una sonrisa en el rostro. 

—E-está bien, ¿sabes dónde vivo?—Mis mejillas adquieren un ligero rubor. Pero aún así mantengo las 

—No te preocupes—Dice con un sonrisa seductora y guiñándome el ojo, dicho esto se va hacia un grupo de chicos en la puerta del instituto. 

—¡ESE CHICO ESTÁ CAÑÓN!—Dice Pallina con una sonrisa — Además, es ¡DOS AÑOS MAYOR QUE NOSTRAS! ¡VAMOS A UNA FIESTA DE BACHILLERATO! 

Empiezo a reír ante la cara de Pallina ¿esra chica solo piensa en chicos? De seguro encuentra a alguien con quien pasar la noche. 

—Vamos Pallina, nos van a encerrar en el colegio como sigamos aquí. 

Las dos nos dirigimos hacia la puerta, no antes teniendo a Max a mi lado agarrándome de la cintura, a lo que yo me giro y le sonrío. 

Cada vez que siento la mano de Max encima mío, noto una calidez que no siento con nadie más. Quiero que siempre sea así, siempre.

Se lo que piensas. [Parada temporalmente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora