AFRODITA: DIOSA DE LA BELLEZA

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Hay muy pocas palabras para describir el esplendor, la grandeza, la gloria equitativas de Afrodita, diosa de la belleza. 

Maravillosa es para la vista, solo mirarla puede inspirar a las lágrimas, el deseo, los celos y el amor. Sin embargo, debajo de su exterior impecable reside un corazón cargado de inseguridad.

Nacida de la sangre de Urano que cayo al mar, coronada por trenzas largas y hermosas al salir de la espuma. Así nació Afrodita. Temiendo que su inmensa belleza creara conflicto entre los dioses, Zeus la caso con el nada agraciado Hefesto.

su vida pronto se lleno de infelicidad, falta de atención y el horrible mirar de su marido, Hefesto, que sin saberlo, deja que Afrodita llegue a sentirse sola y sin valor. Ella encuentra consuelo en los brazos de otros hombres, siendo su amante preferido Ares, señor de la guerra, o validación para competir en cualquier concurso de belleza que ella encuentra. 

 En una boda a la que asistieron todos los dioses, una manzana de oro apareció, con la inscripción "a la más bella." Inmediatamente Afrodita, su madre Hera y hermana Atenea riñeron sobre ella.

 Zeus, temiendo provocar la ira de cualquiera de ellas, eligió a Paris, príncipe de Troya, para elegir un vencedor. A cambio de ser nombrada  la más bella de todas, Afrodita le ofreció a cualquier mujer en el mundo como su esposa, por lo que París estuvo de acuerdo. 

Sin embargo, él eligió Helena, esposa de Menelao, como suya, y de su amor se inició la catastrófica guerra de Troya en la que hombres y Dioses pelearon por tantos años.

Al paso de la historia, Afrodita recuerda la destrucción que provoco entre los griegos y los troyanos. Tal vez, su belleza se puede utilizar para detener una guerra en vez de iniciarla. Quizá en algún momento, ella descubrirá su belleza interior...


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