Prologo parte 1

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Me levante temprano, es el primer día de clases después de unas buenas vacaciones fuera de casa, qué puedo decir fueron las mejores semanas de mi vida, pero ahora tengo que volver al colegio, tengo que ser sincero, no me gustan los estudios y menos la secundaria, aunque en primaria fui el mejor del salón, admito que los estudios aburren pero aun así tengo que estudiar y ser responsable en las tareas....
-Troy, baja a tomar tu desayuno, se te hace tarde para tu primer día de clase- me avisa mi mamá con tan vozarrón que tiene,
-Allí voy da me un momento- le contesto con la voz ronca que tengo, así tengo que decir que es mi primer día de clase en un nuevo colegio.

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- Troy baja,de una vez- me grita mi mamá y al parecer se va quedando sin voz de tanto levantar su tonito
-Ya listo, no grites que te quedaras sin voz y me dejaras sordo a mi- le contesto tratando de no sonar enojado,
Parece que otra vez mi mamá sirvió el desayuno muy a lo ligero, café muy cargado y pan con huevo frito,
-Espero te guste el desayuno, mi amor, te dará los ánimos necesarios para tu primer día de clase- me dice con una sonrisa que conozco mucho
-Si mamá, que rico desayuno me has servido- le contesto para agradecer el desayuno
Rayos!!! Se me hace tarde para el colegio y tengo que salir ya, porque mi mamá a contratado una movilidad para llevarme, como si yo no pudiera ir solo, odio que me trate como un niñito, pero bueno comprendo que me quiera cuidar, ella sabe que soy fácil de perderme, como lo hacia en los circos y en el cine, mis padres no podían estar tranquilos viendo la película sin que yo no me perdía por la sala del cine.....
- Mamá, me tengo que irme ya, sabes que la movilidad va a llegar pronto- le digo apuradamente.
- Okey, hijito que te vaya bien en el día y haz muchos amigos- me dice, pero no logro escuchar todo lo que me dice.
Pensé que la movilidad estaría esperándome pero no, yo estoy esperándolo más de 10 minutos en la esquina de mi casa, hasta que lo veo llegar, dentro del coche puedo ver a 2 chicos y 1 chica de mi mismo colegio, que tarde o temprano terminaré conociendo, subo al coche y me presento al conductor con un ademán de saludo, me ubico al final de los asiento en una esquina para contemplar mi vista al paisaje que se refleja en la ventana.
Llegamos a la último parada de las casas antes de ir al colegio, supe que tenía que apartar la mirada de la ventana para mirar a la ultima persona que subía al coche, mis sentidos no me engañaran nunca y esta vez tampoco, vi a la chica más hermosa que jamas he visto, tenia una tés blanca, su cabello estaba ondulado y de color negro y me dejo perplejo con sus ojos color miel, la verdad es que nunca he visto a una chica tan perfecta, estaba tan concentrado en su belleza que no note que se estaba acercando a donde yo estaba sentado, pero ella tomo su lugar al extremo de mi, me quede mirándola y por un momento ella me devolvió la mirada con una sonrisa de yapa, luego fijo su mirar a la ventana como yo lo hacía y así estuvo todo el trayecto hasta el colegio, ¡Ay Dios que hermosa es!

Dentro del colegio Brigter, me dirijo directo a la dirección para que me dieran los cursos que, los horarios que tendré y el salón donde estaré, recibo todo lo que necesitó y me voy directo al salón 1ro B, que esta cerca a la maquina de golosinas y bebidas, en el salón me percato que es grande y si mis cálculos no me engañan hay alrededor de 25 alumnos, tomo el asiento de la cuarta fila y me hecho a dormir, hasta que toca el timbre y llega un profesor alto, con un bigote fortuoso y con una calva que se refleja a través de la luz del foco, y atrás de él llega la hermosa chica de la movilidad,
¡¡Oh Dios, esta en mi salón no puede ser, a esto le llamo una gran bendición de primer día de clase!!
-Ah espere un momento señorita, ammmm Micaella Mendez, cierto?- le pregunta a la chica,
-Si, ¿que paso?- le responde con timidez,
- Pues, usted señorita a llegado después que tocara el timbre, le haré pasar por esta vez pero que no vuelva a pasar y esto va para todos- dice el profesor alzando su potente voz.

Micaella toma el ultimo asiento que esta desocupado y para que no piense que la estoy viendo, solo la miro de reojo para ver qué hace, y como hace un rato hizo lo mismo que yo, se hecho a dormir y lo mismo hago yo, estoy tan seguro que con mi enorme timidez nunca lograre hablarle sin que mi voz suene tembloroza y tartamudé, me considerare un tonto si no le hablo, que difícil es la vida, Dios.

¿Con quién quedarme?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora