Disclaimer: Los personajes le pertenecen a la gran S. Meyer, yo solo me adjudico la historia que espero sea de su agrado...
POV EDWARD.
Cuando salimos de la casa de mis padres Bella estaba un poco decaída ya que habíamos dejado a nuestros hijos, valla eso sonaba tan bien un año, un año en el que estábamos juntos como familia compartiendo las experiencias de nuestros bebes, Anthony era muy tranquilo, Renesme igual un poco celosa y Carlie Dios era rebelde apenas un año de vida, si se enojaba lloraba no más bien gritaba, pero aun así lo amaba eran mi razón de ser junto a mi querida esposa ¡Dios! Mi esposa cuando nos declararon marido y mujer no pude ser el hombre más feliz del mundo, con ella habíamos quedado no luna de miel pero no noche de bodas, desde hace unos 6 meses compre la casa con el terreno que estaba junto al prado, nuestro prado y empezó la remodelación, ahora una semana atrás ya estaba terminada con ayuda de Esme la decoramos y quedo perfecta una habitación para los dos muy grande, para los chicos y de huéspedes, cocina, sala, comedor, estudio y sala de música, la casa perfecta de sus sueños, ya casi llegábamos estaba suficiente oscuro como para que viera donde estábamos; para este día había puesto un camino de pequeñas luces a unos metros antes de llegar cuando estacione me baje abrir se quedo maravillada con lo que vio, y yo estaba feliz por poder lograr eso...
- Edward esto es hermoso, pero ¿Cómo? ¿Cuándo? ¡¿Qué paso?!...
- La compre para ti, para nosotros, dijiste no luna de miel más no noche de bodas...
- ¿Acaso no es lo mismo?...---- Bella no quería salir ya que por el tratamiento no se podía bien, podíamos pagar por él en cualquier parte y divertirnos igual pero no ella no quería...
- Nop, ahora vamos...---cuando llegamos a la puerta la tome desprevenida y la cargue estilo novia ella emitió un grito y escondió su rostro en mi cuello...--- soy muy tradicional nena...--- entre con ella y subí a nuestra habitación ya después veríamos la casa, la deposite en el piso cuando entre...--- bienvenida señora Cullen....
- Gracias Edward...--- sin más me beso, llevo sus manos a mi cuello y yo a su cintura, nos estuvimos besando por un tiempo cuando el oxigeno nos fue insuficiente, nos separamos pero yo no deje su piel baje con tiernos besos por su cuello, ella hecho la cabeza hacia atrás para darme más acceso a él...--- ¡Edward!....--- hermosos gemidos salían de su boca...
- Nena necesito hacerte el amor, mi nena mía...---- sin más volví a besarla nuestras lenguas luchaban en una batalla sensual, Bella tenia sus manos en mi cuello y las hundía en mi cabello dando pequeños jalones sin llegar a hacerme daño, yo lleve mis manos al cierre de su vestido y lo baje poco a poco fue cayendo por sus hombros, me aleje para observarla y ¡Joder! Lo que vi me dejo mudo, mi corazón paro sus latidos estaba en ese hermoso negligé blanco, se ruborizo a más no poder...--- ¿Nena tú... q...quieres matarme? ¿No es a si?...
- E...es... ¿Te gusta?...--- lo dijo mirando al suelo...
- ¡Dios nena! ¿Qué si me gusta? Es quedarse corto. ¡Me encanta!...--- alzo su rostro enseguida y yo la ayude a salir del vestido, enseguida nuestros labios se juntaron y la cargue para depositarla sobre la cama, nuestros labios no se despegaban, lentamente fui subiendo mi mano por su pierna, su muslo, nos separamos cuando nos hizo falta el aire...
- Señor Cullen lleva usted mucha ropa encima...--- me dijo con una gran sonrisa, en seguida empezó a desabotonar mi camisa y yo ayude a quitármela y lanzarla por algún lado en la habitación, empecé a quitarme los pantalones, cuando estuvieron fuera de combate ella hizo fuerza y nos volteo para quedar a horcajadas encima de mí, tenia una vista genial de ella, me senté para poder besarla al mismo tiempo iba quitando el camisón y sus bragas, ella empezó a jugar con el elástico de mis bóxers y me alcé para poder quitármelos, con mi mano la ayude a alzarse y ella se dejo caer, sentía como centímetro a centímetro me introducía en ella, delicioso y suave, nos quedamos unos minutos así, mirándonos con todo el amor que sentíamos, ella empezó a moverse con agilidad y yo ayudaba con mis manos en sus caderas, los gemidos no tardaron en salir de nuestras bocas provocados por la excitación que sentíamos los dos, nuestros cuerpos sudados, después de dos años me sentía igual o mejor cuando hacía el amor con Bella, la cogí con un poco mas de fuerza para hacer la penetraciones más rápidas y profundas, pues no tardaríamos mucho...
