-Señorita, se encuentra bien?- preguntó la azafata preocupada.
-Um, claro, solo es que nunca eh viajado en avión y.. ya sabes, los nervios- traté de sonreir pero no fue una de las mejores.
-Por supuesto cariño, te traeré algo- dijo amablemente y yo asentí.
-Oh Dios, escucha mis plegarias. Nunca te pedi algo asi que ayudame en esto. Si no dejas a este avión caer prometo que no mentiré, que me esforzare, que no hablaré con la boca llena, trataré de ser mas educada y...
Levanté mi mirada y me encontré al sujeto que está a mi lado y dos niños volteados mirandome.
-Nunca eh viajado en avión- reí nerviosa.
-Aquí está. Te hara descansar unas horas.- la azafata me entregó una pastilla y un vaso de agua- No te preocupes, las turbulencias suelen aparecer cuando el viaje tarda más de seis horas o porque estamos en una parte donde por lo general hace bastante frío.
-Muchas gracias- seguí sonriendo.
No te preocupes, que este trabajo si durará, me repetía a mi misma mientras de a poco mis ojos se cerraban.
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-¡Atención pasajeros, no se olviden de sus pertenencias al bajar ya que no seremos responsables de sus perdidas. Muchas gracias!
No se si fue un acto reflejo o que pero de repente me levanto rapidamente, golpeando mi cabeza con la parte del airesito y las luces y esas cosas.
-Demonios- susurré.
-Si, suele pasar. Esa mujer siempre caga las mejores siestas mientras habla todo tipo de idiomas. Si yo quisiera aprender idioma me hubiera conseguido un buen prefesor y no una mujer que en vez de hablar en español habla un tipo de idioma indígena.-me dijo una señora mayor mientras pasaba.
Yo le sonreí.
Al bajar del avión, unas personas de seguridad nos guiaban a las personas que no entendian nada, como yo.
Subí unas escaleras mecánicas y me encontré con un aeropuerto minado de personas. Era la única estupida que miraba como si ese lugar fuera Disney. Que falta de experiencia.-Mis maletas-murmuré.
Ah si, esto si sabia. Lo había visto en peliculas. Me dirigí a la parte donde las valijas giraban en forma de circulo y veía como las personas recogían lo suyo y se iban. Que sencillo.
Al agarrar uno de mis bolsos, otra persona también lo hace.-Esto es mio-afirmé confundida.
-No lo creo linda; acaso vez tu nombre?
-Acaso tu vez el tuyo?
El chico sonrió y agarró la maleta de al lado.
-Lo siento, es que eran iguales.
-No pasa nada.
Y me largué de ahí.
Estar en Las Vegas, para mi era algo único. Obviamente viniendo de una latina como yo, esto era como un sueño cumplido.
Tomé un taxi y me dirigí a lo que a partir de ahora, sería mi trabajo. Estacionó enfrente de una gran mansion con enormes rejas.-Usted tiene suerte señorita- me dijo el chofer.
Bajé del taxi y me encaminé al lugar con dos maletas tontas. La pobreza.
Toqué timbre y de un parlante me habló una señora.-Quién es?
-Hola am soy nueva, me podr...
Las rejas ya se estaban abriendo y yo solo seguí el caminito de cemento pero para acortar pasé por el jardín. Al llegar a la puerta, toqué timbre y una mujer de mayor de edad me recibe no muy agradablemente.
-Hola mucho gus..
-Pisaste el cesped?- me interrumpió bruscamente.
-No?
- Una de las reglas es no mentir señorita Rusell y eso no aceptamos en este lugar asi que vaya acostumbrandose.
-Lo siento.
-Te mostraré el lugar completo asi que deja tus cosas aquí y luego las subes.
-Claro.
-Soy Anastacia y soy una de las que guía a las sirvientas como tú.
Yo solo asentí y la seguí por todo el lugar. Esto era asombroso. Pantallas que salían del techo, mesas que se arman solo con presionar algo, cosas que se prendían automaticamente. Esto era genial.
-Esta es la cocina. Aquí y en la lavanderia son los lugares donde más pasaras el tiempo. Aunque lo haras en toda la casa- y rió sola.- Ahora ya sabes como funciona esto. Ve y cambiate que ya empiezas, y no te olvidas de tus cosas, se supone que tu serviras no que te serviran a ti.
Lory, una de las sirvientas, me llevó a mi habitación, quede impactada. No podía pedir más.
-Esto es genial-fuí corriendo a la enorme cama y me desplmé sobre ella.- Es super cómodo.
-Si verdad? Tienes el baño en la segunda puerta. La primera es para tus pertenencias. La ropa que usaras estan ahí dentro. Nos vemos en unos minutos-dijo sonriendo.
Me levanté y fuí en busca de mi "uniforme". Era un tipo de camisola negra con una pequeña parte blanca que iba en la cintura y que al probarme me quedó bastante corto.
-Eso te pasa por ser medio alta Paige- me dije.
Busqué si no había otros mas grandes y por suerte asi fue. Este me queda arriba de la rodilla, no creo que eso cuente como corto.
Bajé y fuí directo a la cocina donde muchas de allí eran bastantes simpáticas y me trataban bien.-El Señor Tomlinson y la familia de su mujer estarán aquí pronto- dijo Anastacia- Apresurence.
Empecé a poner los platos y lo que hacia falta en la mesa. Wow, tantos cubiertos para una sola comida? Esto es super raro. El sonido del timbre me saca de mis pensamiento y voy directo a la cocina.
-Señor Tomlinson, Señorita Kelsey. Buenas noches.