Prólogo

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El cielo esta azul y el sol brilla y aunque no esta cien por ciento despejado, aun así, las nubes avisan que la tormenta ha acabado, excepto para mí. No me gusta para nada este clima, menos ahora, que me impide esconder las lágrimas que brotan desde mis ojos, lágrimas que bajan por mis mejillas, lágrimas que golpean finalmente el piso, lágrimas que dejan un brillante camino plateado por donde pasan. Hay niños con sus padres 'paseando, jugando y saltando en lodo y charcos de agua que habitan en la calle a causa de la lluvia, ¿hace cuanto no camino de esa forma con mi madre o mi padre? ¿hace cuanto que no salgo con alguno de los dos? ¿hace cuanto no hablo con ellos? todo esta cambiado.

Camino decidida con la respiración entrecortada, jamás me ha gustado correr, pero ahora he corrido más de lo que lo había hecho en toda mi vida, no creí que sería tan difícil escapar camino a la muerte. Estoy cansada, tampoco creí que costase tanto dirigirse a los confines de la vida. Llevo algunas horas recorriendo la ciudad que me acuna desde pequeña después de escapar. Hace un rato he dejado de llorar y el calor que emana mi cuerpo es mas que el que he tenido en este último mes del año ¿que es lo que le hice a mi cuerpo?.

Evado cámaras de seguridad, rompo candados, fuerzo cerraduras y logro entrar en el edificio mas alto que puedes encontrar en esta maldita ciudad, tomo el ascensor, estoy harta de las escaleras 1, 2, 3, 4, 5...sin dudas estoy trepando a mi cruel destino. Sonrío ante aquel pensamiento. "Karma y destino", pensar que no creía en estos términos y este ultimo año definitivamente me enseño que el karma y el destino si existen y aunque son dos términos muy diferentes, jamas se contradicen... jamas. Suspiro cansada. Y pensar que lo que realmente no existe son los "para siempre".

No hay dudas voy llegando a mi oscuro final y tengo claro nadie podrá detener mi destino, ¿que he hecho con mi vida estos últimos 365 días?.

En mi bolsillo vibra mi celular, lo tomo con miedo y al ver el nombre que aparece en la pantalla vuelven a salir lagrimas. ¡Maldición! esto nunca es lo que quise. Contesto con mis manos temblorosas.

-¿Di_dime?

-¡¿Donde estas?! ¿por que estas llorando?¿Por que no contestas mis mensajes?.

-¿Por que te alteras tanto? Estoy en la azotea del edificio hangarroa...

-Voy para allá, no hagas ninguna idiotez

-Lo siento, ya es...-me detengo con una pizca de miedo y esperanza a la vez-ya es muy tarde, el tiempo se acabó para mi- y de ese modo casi cruel corto la llamada, mi última esperanza de vida se va junto con su voz.

Lo quiero, lo quiero tanto, bueno ¿quién no querría a ese idiota? Pero no es un cariño que el pueda corresponder, ¿por que no lo dije antes? Pero ya es tarde, solo un milagro podría salvarme, aunque, según yo, el es suficiente milagro para hacerlo, pero ya es tarde ¿no? El tampoco querrá ser el milagro que mantenga con vida a este error, ¿por que tuvo que ser el y no otro? ¿por que no pudo ser alguien que me quisiera?.

Tomo la navaja que me ha acompañado todo este tiempo. ¿Quien lo diría? la persona más cobarde que pudieran conocer, la persona que parecía más inocente, la mas sonriente, es la que se corta, la que se odia, la que ha echo de su vida una miseria, la que no quiere vivir.

Comienzo a cortar mis brazos y la sangre comienza a brotar: 10, 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80, 90... 95 cortes en total, 52 en el brazo izquierdo y 43 en el derecho, espero a que corra la sangre, he hecho tantas veces esto que ya ni siquiera me recuerdo cuando comencé exactamente, y pensar que antes lo encontraba horroroso, ¡como me gustaría volver a ese tiempo en el que encontraba que los cortes eran lo peor y que la vida era buena!. De mi bolso saco una cajetilla de cigarros, tomo uno, lo enciendo y calo de el, también una cerveza, la abro y tomo de ella, quemando con su contenido mi garganta, tengo más heridas en ella que en mis brazos

-En tu nombre- susurro.

Cuanto te extraño, a veces me haces tanta falta, pero eres tu quien no quiso estar conmigo

Al terminar aprieto la lata con rabia y la lanzo lo mas lejos posible, pero tengo tan poca fuerza que cae solo a unos metros de donde esta mi frio cuerpo. Calo tres veces mas del cigarrillo y lo boto al suelo, pero antes de pisarlo lo vuelvo a tomar en mi mano y quemo donde hace unos minutos ha estado el frio de la navaja: 10 veces en el brazo izquierdo y por fin lo tiro enrabiada al suelo, con lagrimas brotando cada vez mas feroces, lo piso.

Ya por fin y un poco mareada me acerco a la orilla y observo la caída: 50 pisos, 51 tomando en cuenta que estoy en la azotea, 196 metros desde donde estoy parada, tomo aire, mi cuerpo esta frío y mi corazón late a mil por hora, voy a dar mi ultimo paso, voy a volar por fin, en un acto de cobardía infantil cuento en voz baja hasta el numero tres:

- Uno- tomo aire y lo dejo dentro de mi, apresando mi ultimo suspiro-...dos- levanto levemente mi pie derecho y lo dejo elevado en el aire como si esto fuese solo un sueño y no la maldita realidad-tre...

-¡Basta!- oigo en un grito ahogado-por favor, detentetermino de oír, entre sollozos, un susurro. Demonios, no, no, no, ¡no! ¡Tu no debes presenciar esto! Yo quiero que puedas hacer tu vida con esa, con esa que me impide decirte aquellas dos palabras, quiero que seas feliz con el amor de tu vida, quiero que seas feliz sin que sepas que te quiero y que podrías haber echo que todo esto no hubiese ocurrido, quiero que seas feliz y que vivas pensando que yo lo amaba a el.

Vuelvo a tomar aire y me doy media vuelta, lo miro y sus ojos parecen haber llorado mucho, ¡no! No me mires a los ojos, ¡no me hagas enamorar más! No me hagas arrepentirme ahora, no me hagas sentir débil en el último momento, no me hagas aceptar el amor que siento por ti hace tanto, no hagas que quiera correr a tus brazos, no puedo ir a tus brazos, están ocupados por otra persona.

-Por favor, ven conmigo, te prometo mostrarte la felicidad, ¿recuerdas los momentos felices de este año? Pues recordemos mejor el que venga y seremos felices para siempre como en los cuentos de hadas, te recostaras en mi regazo y estarás bien, estaremos bien ¿si? porque yo te quiero y tu a mi, porque eres la persona más infantil y tarada que conozco y quiero que estés aquí a mi lado, no quiero verte en un cajón, por favor...por favor ven conmigo

Sonrío a medias, ¿por que dice ahora todo lo que necesitaba escuchar?. Me estira una mano con desesperación, intentando alcanzarme.

Le digo con voz quebrada...

-Gracias, gracias por todo- y, con lagrimas en los ojos y una sonrisa en mi boca, salto...

3 6 5 Días Para Aprender A AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora