One-shots "HetaliaxLectora" (Pedidos cerrados)

Rusia X Lectora

Dedicado a Emilyxter y ann-chan24 no se ni de donde saqué el tiempo para escribirlo, pero lo importante es que ya está aquí, y que solo me queda una semana de exámenes, ¡VIVA! Bueno, no os doy más la tabarra y os dejo con el one-shot.
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Caminabas por las calles de Rusia, el frio te estaba consumiendo mientras tu sangre caía poco a poco por tus heridas, sonreíste sabiendo perfectamente el destino que te deparaba, te paraste en un callejón oscuro y te deslizaste por la pared hasta quedar sentada en la nieve, cerraste los ojos esperando que la muerte te acogiese, esperando volver a ver a todos los seres queridos que perdiste a lo largo del tiempo, todo el mundo decía que estabas maldita, por lo que terminaste creyéndotelo, toda la gente que se había acercado a ti había muerto, habías perdido a toda la gente que era importante para ti y eso poco a poco había conseguido que no tuvieses ganas de seguir con vida, tu vista se empezó a nublar y sonreíste, ya no notabas el frio de la nieve, poco a poco ibas perdiendo la capacidad de pensar con claridad, tus parpados pesaban más, pero antes de perder la consciencia sentiste que algo suave y cálido te envolvía.

A la mañana siguiente...

Despertaste en una habitación desconocida para ti. «Quizás esto sea el paraíso» pensaste, estabas confusa, te levantaste lentamente y observaste el paisaje nevado a través de la ventana, viste tu reflejo en el cristal y pudiste observar como tus heridas seguían ahí, eso probaba que no estabas muerta, te dirigiste a la puerta de la habitación y la abriste, al salir comprobaste que no había nadie, te quedaste admirando la maravillosa casa en la que estabas, esa parecía ser la planta de los dormitorios, por lo que bajaste las escaleras con lentitud, al llegar a la parte inferior viste a un chico de ojos morados y cabello albino, te sonrío de manera amable, tu te habías quedado sin habla, el chico era probablemente la persona más alta que habías conocido y eso te intimidaba un poco, pero parecía amable.

-Ya estas despierta, ¿Cómo te encuentras? Da~

-Bien, gracias por su hospitalidad, pero creo que debería marcharme, siento las molestias.

-Desayunemos antes, yo me llamo Iván, ¿Cuál es tu nombre, небольшой подсолнечника?

-Me llamo (t/n), pero creo que realmente debería irme.

Viste como la expresión de Iván cambiaba a una de tristeza.

-¿Me tienes miedo? -te sorprendiste, podría intimidarte, pero no eras capaz de imaginarte a alguien teniéndole miedo, ¿Quién le tendría miedo a alguien como él, con esa expresión amable y que parecía tan achuchable?

-No es eso, solo es que... nada olvídalo, vamos a desayunar -el ruso parecía feliz, tu solamente estabas preocupada, no querías que el también acabase muerto por tu culpa.

Caminaste detrás de Iván, hasta que visteis la cocina, el ruso sonreía mientras tu intentabas no estar tensa ante aquella gran casa, después de todo nunca habías estado en un lugar tan descomunal y ese lugar te intimidaba, desde que tenías memoria vivías en la calle y nunca habías entrado en ningún tipo de edificación, eso te hizo formularte una pregunta:

-¿Por qué me has traído aquí?

-Estabas muriéndote, no te iba a dejar morir en la calle.

Se me empezó a empañar la vista, y mi cuerpo empezó a temblar, nadie había hecho nada por mi antes, de mis labios empezaron a salir pequeños sollozos, mis rodillas empezaron a fallar y noté como mi cuerpo empezaba a caer, pero antes de tocar el suelo sentí como unos fuertes brazos me envolvían.

-Que te pasa, da~, ¿por qué estás llorando? ¿He dicho algo malo? Da~.

-No... es solo que nunca... nadie hizo nunca algo así por mi, gracias.