Irene no se puede creer lo que está viendo. ¿Qué narices hace Sara con ese chico? ¡Ella tiene que estar con Dani! Tiene que luchar por su amor. ¿Tanto le gusta Marcos como para abandonar todos esos veranos de tonteo y risas con el mayor del grupo? Si deja las cosas así, sin arreglar, Alba se estará saliendo con la suya. Y ella no lo va a permitir.
La chica se levanta un poco la camiseta y saca el móvil que tenía enganchado en la tira de las mallas. Entra en el menú y busca la cámara. Rápida se esconde detrás de la fuente y les graba. "Lo siento, amiga. Pero tengo que hacerlo" susurra. Tras medio minuto de vídeo, guarda la grabación y sale corriendo del parque. Pero ya no va en dirección a su casa.
***
Sara se separa lentamente del chico y le mira a los ojos. Sigue sonriendo, pero cualquiera que la conociera sabría distinguir su sonrisa forzada. Por suerte Marcos no es uno de ellos.
– ¿Qué tal? –pregunta él.
–Bien, supongo –le contesta con esa sonrisa.
Marcos sonríe, se acerca de nuevo a ella y le abraza como si no hubiera mañana. Sara le corresponde aunque no con la misma efusividad que él.
–Toma Sara. Feliz cumpleaños atrasado –dice a la vez que le entrega un pequeño paquete envuelto en papel de plata –Lo siento. No he tenido tiempo de envolverlo en condiciones.
La chica abre curiosa el regalo y el rostro se le torna gris al descubrir un pequeño llavero de un tomate plateado. Ahoga una lágrima.
–Muchas gracias –dice sonriendo.
Es ahora la chica la que se lanza a abrazarle pero para que le dé tiempo a enjuagarse los ojos antes de que él le vea.
–Entonces... –empieza tímidamente.– ¿Somos... qué?
–Eh, Marcos –titubea. –Esto hay que hablarlo. No nos precipitemos –dice alejándose poco a poco de él.
– ¿Qué pasa, Sara? –pregunta adivinando la respuesta.
–Nada... Bueno sí. No tendría que haber hecho esto. Lo siento, Marcos.
Tras decir esto, se da la vuelta y sale corriendo del parque mientras deja a aquel chico chulo y descarado que intenta aparentar ser, con una lágrima resbalándole por la mejilla.
***
Alicia está preparándolo todo. Mientras desayunaba ha tenido una gran idea. Al menos a ella se lo parece. ¿Cómo no se le ha ocurrido antes? Es perfecto. Ha quedado con Irene para comer en el único bar que hay en el pueblo. Ella hubiera preferido verla antes pero tenía que hacer no sé qué cosa importante en casa de Dani. Como no, ella siempre tan misteriosa.
Coge el móvil y lo conecta al ordenador. Necesita pasar muchísimos archivos de su teléfono al portátil. Debe hacer espacio en la tarjeta SD o no le cabrá todo lo que tiene pensado meter. Si quiere que esto salga bien no puede fallar nada. Tiene que ser perfecto.
***
Llama a la puerta. Espera cinco segundos y vuelve a llamar. Puede oír una voz dormida gruñendo y diciendo que ya va. Enseguida se escucha una llave girando y al instante Dani abre la puerta.
– ¿Qué pasa Irene? –se queja el chico malhumorado. –Son las nueve de la mañana.
–Deja de protestar –dice mientras se cuela en la casa.
La chica entra y se sienta en el sofá de la entrada. Dani no dice nada, cierra la puerta y la imita.
–Bonito pijama –suelta divertida.
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Dos amores de verano
RomanceSara va a pasar las vacaciones de verano al pueblo que iba de pequeña, pero esta vez, no va por gusto propio. La última vez se fue sin despedirse de nadie ni avisar de que no volvería, lo que pasó fue demasiado para ella. Ahora cuatro largos años d...