Las gotas de agua que recorren el cristal,
Las calles empapadas,
Los niños en sus casas,
Tristes por no poder salir a jugar,
Y mientras,
El cielo se oscurece más...
El viento enfurecido choca contra las ventanas,
Librando una batalla que no será ganada,
Y en el desván,
las tablas de madera se llenan de gotitas,
Reflejadas en cristales,
Rotos,
Por el suelo.
La puerta está cerrada,
El fuego encendido,
Un libro reposa
Al lado de un café frío.
En el baño,
El vapor inunda el ambiente,
Huele a vainilla y a miel.
La bañera,
Rebosa de agua caliente,
Aunque de todos modos,
se enfriará lentamente.
El pasillo, frío,
En el que los pasos hacen eco,
Y suenan como escalofríos.
Y allí, al final,
Está la puerta,
Y dentro,
Se encuentra ella,
Llorando,
Entre el frío,
Entre mantas,
Entre cristales,
Entre hojas de papel,
Entre tinta,
Entre lágrimas,
Entre el olor,
A vainilla
Y miel.
