FEARLESS (Draco Malfoy)

Capítulo 16. Momentos

Si tan sólo pudiéramos tener esta vida una vez más. Si tan sólo pudiéramos volver el tiempo atrás.

–¿Qué está pasando?– Potter me miró sorprendido.

–No hay tiempo de explicar nada– le dije y posé mis ojos sobre Draco –váyanse– les apunté con mi varita, él frunció el ceño y me miró inquisitivo.

–¿No se supone que estás de nuestro lado?–

–Sí, pero no por voluntad propia–

–Te matará en cuanto se entere de que estás ayudando a Potter– me dijo, su varita seguía apuntando hacia Potter, pero su mano estaba temblando.

–¿Y tú se lo vas a decir?– enarqué una ceja, me miró dubitativo pero asintió –no lo harías, estoy segura de eso–

–Ya fue suficiente, mata a Potter de una vez– dijo Goyle fastidiado.

–Cállate– espetó Draco.

–Lo haré yo, entonces– dijo apuntando su varita hacia Potter.

–¡Stupefy!– la chica de cabello castaño salió de su escondite y lo atacó, pero Goyle desvió su hechizo, el pelirrojo y Ronnie salieron rápidamente con sus varitas en mano, Draco y el otro chico retrocedieron.

–¡Avada Kedavra!– bramó Goyle, todos esquivamos la maldición. Fijé mi vista en los tres chicos quienes huían del lugar.

–¿¡Cómo te atreves!?– gritó el pelirrojo con el ceño fruncido –¡ella es mi novia, estúpido!– fue corriendo tras ellos.

–¡La diadema!– Potter comenzó a subir por unos objetos apilados –¡Hermione, ayúdame!– la chica de cabello castaño subió con él –la tengo– dijo alzando la mano y el objeto que había tomado cayó al piso frente a mí, era una diadema, la tomé y la examiné. Ambos bajaron y se acercaron a donde yo estaba –¿qué te pasó?–

–Le quitó la memoria– explicó Hermione, en eso vimos que el pelirrojo venía corriendo hacia nosotros.

–¡Goyle le prendió fuego a todo el maldito lugar!– tomó la mano de su novia y siguió corriendo, vimos una serpiente de fuego que se acercaba a nosotros así que comenzamos a correr. Casi todo el lugar estaba en llamas, no había forma de salir de ahí. Mis ojos buscaron por todos lados una salida, pero era inútil, pronto todo estaría cubierto y caminando no saldríamos de ahí... pero volando sí. Cinco escobas aparecieron en nuestro camino, las tomamos y nos elevamos, encontré a Draco subiendo una pila de cosas, los otros dos lo seguían pero Goyle resbaló y cayó hacia las llamas.

–¡No podemos dejarlo!– gritó Potter.

–¿Te has vuelto loco?– el pelirrojo lo miró incrédulo pero siguió a su amigo –¡si morimos por salvarlos, Harry, te juro que te mato!–

–¡Salgan ustedes!– les dije –yo me encargo–

–Vas a necesitar ayuda– me dijo Potter –yo iré, ustedes tres salgan de aquí– ambos fuimos a rescatar a Draco y al otro chico.

–Malfoy– Potter le tendió la mano, Draco subió a su escoba y el otro chico a la mía, nos dirigimos a la salida lo más rápido que pudimos. Caímos de las escobas y rodamos un par de metros lejos de la puerta.

–¡Harry, destrúyela!– Hermione le lanzó algo a Potter, un colmillo el cual clavó en la diadema. En ese momento sentí un dolor desgarrador en mi interior, no era la primera vez que lo sentía, con ésta era la quinta. Comencé a gritar porque el dolor no se detenía, era tan horrible que perdí la noción de dónde estaba. Alguien me rodeó con sus brazos y me abrazó con fuerza hasta que el dolor se había ido. Un instante después empecé a ver imágenes en mi cabeza, todos mis recuerdos habían vuelto y sentí que la cabeza me explotaría. Apreté los ojos con fuerza, todo estaba pasando por mi mente, mis padres falsos, mis hermanas falsas, cuando recibí la carta de Hogwarts, mi primer beso con Draco, nuestro lugar secreto, Logan, maldito traidor. Todo había vuelto a mí, ¿por qué?, ¿cómo? Mi respiración estaba entrecortada, no entendía, miré a la persona que me había abrazado.