Que con tus dos pies izquierdos y mis dos derechos podríamos crear el paso más bonito jamás presenciado,
que cada vez que me sonríes,
agachas la cabeza y se vuelve a cambiar el ritmo de nuestra canción,
que no puedo evitar (no) disimular,
alrededor de mi corazón vacío,
si,
ahí,
donde pasamos la noche,
al abrigo de mis pesadillas,
deberías plantearte dejar de oler tanto a ti,
al final voy a acabar acostumbrándome,
a tus caricias acompañadas de promesas,
a tus 'te quiero',
a las dos cucharadas de azúcar que tomas cada mañana en el café,
a tu voz,
a tus pasos (de cebra),
a ti,
y es que sin ti,
a mi me duele,
aquí,
aquí,
y aquí.
ESTÁS LEYENDO
Tus labios o la vida.
Poetry¿Cómo describirías el amor? Yo, como una amenaza que te apunta directamente a ese nudo de la garganta al que le has acabado cogiendo cariño.
