Capítulo veinticinco.

95 14 0
                                    

El viaje hacia el lugar en donde retenían a Thomas y Brenda no fue precisamente una oportunidad de hacer de turistas. Muy por el contrario, nos manteníamos lo más apartados que podíamos del alcance de cualquier curioso, por lo que debíamos de asegurarnos de estar siempre por los lugares oscuros, apegados a las fachadas de los edificios y, de vez en cuando, al encontrarnos de sopetón con alguna pandilla de Cranks debíamos tirarnos al suelo y esperar a que se marcharan. 

-No podemos matar a cuanto Cranks se nos cruce. --Reprendió Jorge a Minho, cuando este, una vez más, expreso que acabar con ellos era más útil que tirarnos al suelo cada dos por tres. --Claro, podríamos matar a unos cuantos, pero antes de poder sentirnos vencedores llegarían muchos más y nos terminarían aniquilando. 

Dada la situación en la que nos encontrábamos, decidí olvidar que estaba molesta con Newt, de momento. Sí todo salía bien podría seguir molesta más tarde. Pero por ahora y siempre con el temor de que algo salga terriblemente mal, me mantenía apegada a él. 

Luego de unos quince minutos de viaje, que en realidad parecieron horas, ya sea por la creciente tensión o por el calor alucinante, dimos con el escondite Crank. 

Se trataba de un callejón que terminaba en un gran muro de ladrillos. Habían varios camiones oxidados desperdigados. 

-Tal vez deberíamos ver que hay dentro de ellos. --Inquirí, pero Sarten negó con la cabeza. 

-Los vi desaparecer por ahí. --Dijo, señalando uno de los rincones del callejón. 

Hubo un breve momento de silencio. 

-Bien, la hora del rescato ha llegado. --Mascullo Minho. --¡Todos saben ya que hacer! 

Minho y los demás se dirigieron hacía el rincón del callejón por el que Sarten vio desaparecer a Thomas y Brenda. Aunque me fastidiaba quedarme fuera de eso, accedí a hacer lo que se me había pedido. Luke y yo nos quedamos rezagados en la entrada del callejón, por si algún Crank llegara de improvisto. Él alzaba un filoso cuchillo, yo me conformaba con mi habilidad para luchar. 

-Ellos no confían en mi. --Soltó de pronto Luke. 

Lo mire de reojo. Tenía el entre cejo levemente fruncido. 

-Eres un extraño y las cosas que han visto los obligan a no confiar de inmediato en extraños. 

Luke asintió levemente, seguido de un suspiro. 

-Sería fantástico que todo aquello de la Cura resulte ser cierto. No quiero volver a esto. 

Esto. Los Cranks, la supervivencia del más apto, el miedo, el peligro. 

Si no había Cura al final del viaje, si no había una solución para la gente como Luke, no sé si sería capaz de soportarlo. Si no había Cura, no solo Luke se vería obligado a volver a esto. Todos nosotros habíamos sido infectados con la enfermedad. La Llamarada corría por nuestras venas. Minho, Thomas, Newt, yo, convertidos en Cranks tarde o temprano. ¿Que clase de mente realmente enferma podría hacernos algo así? 

Me quede en silencio, demasiado afectada para decir algo. Pasaron los minutos, aun en la distancia era capaz de oír los sonidos amortiguados de los Cranks y los Habitantes, pero todo indicaba que estos últimos eran los manejaban la situación. 

-Oh Dios--La voz de Luke llamo mi atención. Luke miraba hacía un punto de la calle con una expresión que iba desde la consternación al horror. 

-¿Que pasa?--Inquirí, nerviosa. Luke no respondió. --Maldición, Luke. ¿Que sucede? ¿Son Cranks? 

-Solo una. --Murmuró. 

Pero saber la cifra no me alivió. Luke seguía contemplando la calle como si se tratara de una bandada de Cranks. 

-Acércate. --Me dijo. --Despacio. 

Intentando movimientos suaves me acerque a su posición y, cuando por fin vi de que se trataba, entendí porque Luke parecía tan consternado. 

Una Crank, efectivamente. 

Sola, en el otro extremo de la calle. 

Su cabello, sucio, recogido en dos coletas. 

Su vestidito que en algún momento fue rosa, rasgado. 

Era una niña, una niña que no podía tener más de seis años. 

Y nos miraba con la expresión más demente que vi jamás. 



La Recluta A-0. PRUEBA DE FUEGO. [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora