La realidad es fría como el acero,
la noche se me antoja un bálsamo,
hace frío y no hay árboles en este páramo.
Tampoco una luz me guía
estoy sola y la culpa es mía.
La realidad huele como las lágrimas,
como las que están llenando esta página.
¿Quién me tenderá una mano?
¿Es verdad que he amado?
La noche ahora se me antoja un prado.
¡Oh este prado es infinito!
¡Oh no puedo salir de este sitio!
Es frío, oscuro y solitario,
¿Por qué nadie habla?
¿Por qué yo me callo?
El día ha llegado, mas,
oh, nadie, nadie me ha encontrado.