-NUNCA SABRÁS COMO-

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Mi vida cambió desde aquel día de otoño, frío y lento en que mi jefe dijo: " Trae una buena historia a esta empresa si no quieres ser despedido" Sabía que solo tenía una opción, y la tomaría, cueste lo que cueste, no podía ser despedido, mi vida se derrumbaría y quedaría cesante de por vida. Todos mis proyectos ya no se llevarían a cabo, y eso... eso sería un desastre. 

Iba caminando por las calles de Londres cuando recordé que años atrás, donde yo todavía jugueteaba a ser un espía, mi abuela me llamó hacía un lado. Nunca entendí bien lo que me dijo... quizás no fue algo que había que comprender demasiado, pero soy una persona muy profunda y le daba vueltas a las cosas todo el día.

Sus palabras fueron claras: "siempre se aparenta lo que no es, y se es lo que no se aparenta"

Con siete años nadie iba a comprender algo así, pero con veintitrés años sí.

Esa fue la base de mi historia, la que por cierto, tenía que presentar en una semana más. Sabía por donde había que empezar... por el campo de mi abuela. Había sido vendido años atrás, nunca conocí a los compradores, pero según mi abuela, eran buena gente. Quizás si los entrevistaba, tendría una buena escritura que presentar.

Tres horas de un largo viaje fueron suficientes para que estuviera completamente cansado. Quería parar en algún hotel del camino y descansar, pero las palabras de mi jefe me perseguían, y si lograba tener la historia me podría relajar completamente, y tener un sueldo fijo por mucho tiempo.

Estacioné el auto en las calles de tierra y caminé con mis botines de trabajo hacía la casa de mi abuela. Era exactamente como la recordaba, tenía las maderas viejas en las que solíamos construir. Las ventanas eran polvorientas y parecía como si se fuera a derrumbar todo en cualquier minuto. Si no conociera la casa, no hubiese entrado. Era espeluznante ver todo, como una película de terror. 

Toque el timbre, creo que podía ser eso lo mas moderno del lugar, ya que todo se veía muy antiguo.

Me abrió la puerta una señora de baja estatura, pelo castaño y ojos azules. Se veía amable, eso hizo que me relajara al verla.

- Un gusto, soy William. - saludé con una sonrisa en mi cara-

- buenas noches, soy Ellen, desea algo?

- Esta es la casa de mi abuela, se las vendió a ustedes hace un tiempo atrás, me preguntaba si podía entrevistarlos para un proyecto de trabajo que tengo...

- por supuesto, adelante. - dijo entusiasmada-

Entre cuidadosamente, como si lo que pisara se fuera a desmoronar. Me dio nostalgia ver la casa por dentro, todos los momentos que viví allí fueron inexplicables. Pasaba horas con mis primos contando historias, leyendo libros e inventando juegos.

Tome asiento en un sillón rojo que había por ahí a esperar lo que viniera.

- bueno, le servirá para su trabajo entrevistar a mi gran familia. En la casa somos mi esposo, mis dos hijos menores y bueno... mi hija mayor, pero es mejor que ella no participe en esto.

- se puede saber porque?

- bueno, tiene cara de confianza así que le contaré: Ella era una niña muy alegre, amistosa, juguetona, en fin, era la mas feliz del mundo. De un día a otro todo cambio, y se volvió... como decirlo? oscura.

Al escuchar eso me entró curiosidad de inmediato, no espere ni un segundo y le dije: 

- creo que entrevistar a su hija mayor me serviría mucho mas en el proyecto que entrevistar al resto de su familia.

- Bueno William... suerte con eso. Su habitación es la última del pasillo.

Me pare temeroso del sillón. Tenía miedo de quien fuera esta hija mayor... pero mi curiosidad me consumía.

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⏰ Última actualización: Dec 09, 2015 ⏰

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