Capitulo 13

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Maraton 2/4


Capitulo 13

Solté un pequeño gruñido de frustración. Era la cuarta vez que intentaba recoger mi pelo en una coleta pero este no estaba dispuesto a colaborar. Ya estaba cansada de luchar diariamente con él y en cualquier momento lo cortaría sin escrúpulos.

-Déjame ayudarte –dijo Jessica que estaba lavando sus manos.

Le tendí mi goma para el cabello y mi peine. En dos minutos mágicamente mi desordenado cabello había pasado a una coleta sumamente prolija.

-¿Cómo lo haces? –pregunté asombrada.

Ella se encogió de hombros sonriente y luego termino de arreglarse ella. Hoy era otro incómodo día de visita de padres, el último dado que en poco tiempo volveríamos a nuestros hogares.

Como era de imaginar, mis padres no habían venido pero me habían enviado, en cambio, ropa y un par de libros de mi repisa. A esto los acompañaba un frío mensaje que decía "Teníamos planes. Lo sentimos. Nos vemos pronto".

No reaccioné mal, al contrario, me alegré de no tener que verlos aunque una parte de mí no opinara lo mismo.

Jess se despidió de mí en el pasillo para luego dirigirse a la cafetería donde la esperaban sus hermanos y su cuñada.

Caminé sin prisas hacia la habitación, donde luego me vestí con algo cómodo para remplazar el horrible uniforme. Mi atuendo consistía en unos vaqueros, converse negras y una camiseta azul manga largas donde se leía en blanco <<6666, más malo que el diablo>>. Un regalo de mi hermano.

Tomé el libro Orgullo y Prejuicio que había sido mi próxima lectura antes de que todo sucediera. Me subí a mi cama con el libro bajo el brazo y un paquete de Oreos en la otra.

Me recosté y comencé a leer y, por ende, a comer. Perdí la noción del tiempo y no fue hasta que la puerta de la habitación se abrió que salí de mi mundo de fantasías para volver a la realidad.

Apoyado en el marco estaba Justin, con su sonrisa pirata y su mirada divertida.

-¿Acaso me comí un payaso y no me enteré? –bromeé mientras saltaba de la litera.

-¿No piensas salir? –preguntó ignorando mi comentarios-. Tus padres no están pero si tus amigas.

-No quiero conocer a sus familias... al menos no por el momento.

Me puse de puntillas y besé su mejilla dado que no lo había visto en todo el día.

-Me tienes a mí... -susurró mirándome detenidamente.

Mi mente comenzó a vagar por el cielo preguntándose cuál era el verdadero significado de sus palabras.

Elevé mi mirada para encontrarme con sus hermosos ojos dorados que tenían un brillo que no había visto jamás. Me mordí el labio inconscientemente y antes de que pudiera siquiera pensar en lo que estaba sucediendo, sus manos rodearon mi cintura y me atrajeron a su cuerpo.

Sus labios se apoderaron de los míos y un leve gemido de sorpresa y excitación quedó ahogado en mi garganta. Una de sus manos subió a mi cuello y profundizó aún más el sabroso y sorprendente beso.

Rodeé con mis brazos su cintura y me puse en puntas de pie para tenerlo más cerca de mí. Su lengua abrió camino entre mis dientes y por poco no me derrito en sus brazos al sentir el delicioso contacto de su miembro bucal con el mío.

Se separó de mí unos segundos después. Pegó su frente con la mía y dejó sus ojos cerrados. Lo miré detenidamente, sus labios estaban rojos e hinchados por el beso lo que los hacían ver aún más deseables.

Su rostro estaba tenso, como si una batalla a muerte estuviera en su interior. Una batalla donde un bando reclamaba que se alejara por completo de mí y el otro que dejara todo de lado y volviera a besarme.

-Lo siento... -tartamudeó alejándose de mí-. No... no debí... lo siento.

-¿Por qué siempre debes hacer lo correcto? –exclamé furiosa.

No sabía de dónde había salido el valor pero allí estaba y nunca me había sentido tan feliz de gritarle a alguien lo que sentía.

-¡Porque en eso consiste mi trabajo! –exclamó llevándose las manos al cabello para despeinarlo con frustración.

-¡¿Y dejarás de hacer lo que sientes por "en eso consiste tu trabajo"?! –grité, haciendo comillas en el aire para ponerle énfasis.

-¡Tú no lo entiendes! –gritó-. ¡No eres más que una adolescente que tiene todo lo que quiere!

Lo miré con odio y luego me dirigí hacia la puerta. La abrí de par en par y lo miré con odio.

-Sal de mi habitación... -susurré sintiendo como las lágrimas comenzaban a formarse en mis ojos.

-Destiny... –susurró-. No quise...

-¡QUE SALGAS! –grité interrumpiéndolo.

Me miró por unos segundos y luego se retiró de la habitación. Cerré de un portazo a sus espaldas mientras que sentía cómo el mundo se me venía abajo.

¿POR QUÉ TODO LO MALO DEBE SUCEDERME A MÍ? ¿Acaso no merezco felicidad?


Say No More |Justin Bieber| |Terminada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora