La hija de la sirvienta.

Capítulo 23.

  El aire acondicionado del bus hacia que se me erizara la piel rogaba dentro de mi que le bajaran.

Luego de unos minutos llegamos a aquella granja, era tan horrible. Bajamos había lodo por doquier, la suela de mis zapatos se llenaron de lodo.

[...]

Escuche el canto del gallo, mierda. Me levante de mal humor, baje a desayunar, iba a salir un rato, creo que estaba mal vestida para estar en una granja.

—Alto ahí —Dijo la señora malik, puso su mano en frente de mi haciéndome un "Stop"— Tu no sales hasta que hagas tus deberes, cambiate ese vestido, esos tacones y recogete el cabello.

Obedecí, me cambie por jeans, converse, y una camisa de botones a cuadros.

Salí y me dieron la lista de mis labores.

—Atrapar el cerdo era la primera, esta seria fácil, camine y cambie de opinión ¡Mierda! Era un cerdo adulto y estaba entre un poco de lodo tenia que llevarlo a su lugar. Maldije en mi mente y fui empece a correr detrás del puerco el cual no se dejaba atrapar salte sobre el y el se aparto y cai en el lodo ¡AHHHHH! —Grite furiosa— Me levante y mire al cerdo con cara de "TE ASESINARE" El cerdo comenzó a correr y yo parecía una fiera detrás de el. La peluquería no era gratis y menos mi ropa.

Me quede quieta parada con las manos en las caderas, no lo veía por ningún lado, cuando de repente "Boom" Cai de nuevo al lodo, el puto cerdo me empujo ¡que asco! Ahora si estaba furiosa, corrí y cuando ya casi lo alcanzaba resbale a lo largo y cai de nuevo, me quede allí el cerdo se acerco, lo agarre por la cintura y comenzó a correr, me arrastro por mitad de granja y yo gritaba. Lo agarre fuerte y lo cogí, lo alce un poco y lo eche donde tenia que estar, en un corral, no se si fue mi imaginación pero sentía que el cerdo se burlaba de mi. Entre a la cabaña, subí a mi habitación y me vi al espejo, un huracán paso por mi cuerpo, parecía un militar en entrenamiento, tenia Lodo en todos el cuerpo incluyendo mi cara y mi cabello, y césped en mis pantalones.

Tome una larga ducha, lave mi ropa y me vestí con algo limpio, comí el almuerzo.

Segunda tarea.

—Mensaje en caballo

¿Qué mierda era eso?