Te voy a redactar, de principió a cabeza, de pies a final, la razón de mi caminar, a ver si en 300 palabras y 5 signos de puntuación consigo sin rodeos explicarme el mundo como lo veo.
La noche en su caída, el amanecer con su vigor, la verdad en la mentira, y la sangre y su espesor, como loco me desgajó por partes, incomprendido pero pocas veces malinterpretado, porque todo lo que digo siempre lo hago, de hechos, de pasos de plomo, pero de poemas de pacotilla, y pesos en el lomo, idiota romántico de un siglo pasado, y el imbécil que respeta lo poco que ha jurado, te veo, y veo, en tu sombra, los cimientos de tus suelas, y en la luz los recuerdos con los que te consuelas, aprecio la noche de lunas indispuestas, así como el sol en levnate con su mejor intención de hacer esta vida nuestra, porque soy amante de los atardeceres y aborrecer de los cielos despejados, si preguntas, de las veces que he mirado, sólo alguna nube mi atención se ha llevado, el azul intenso para mi siempre estuvo sobrevalorado, y las figuras de tornasol que se dibujan en la terraza de tu jardín más que yo habrían deseado, trotador de distancias cortas y corredor de largas, de pelo negro, de ojos también, de pupilas oscuras, piel como dicte el sol y de perfil que atraiga la luna, de lo mas normal en este mundo, de lo más raro del universo, escritor de mis reglas y violador de ellas mismas, porque directo y sin rodeos serán siempre mis balbuceos.
