"Si quieres tocar el cielo, yo te puedo llevar de la mano a alcanzarlo, por eso confia en mi pequeño cuervo"
-Oii ¡uno más!
-Ahi va.Sentí la ráfaga de viento golpear fuerte cerca de mi, el pase era perfecto pero si lo lograba fallar Kageyama pondria esa cara que daba tanto miedo.
¡PUUUMMM!
¡Remate perfecto!
-Hinata eso estuvo muy flojo, seguro lo bloquearán en un instante. -me dijo gruñendo un Kageyama muy enojado-. ¡Trata de darle más fuerte ahora!
¿EH?
-Pero si... está bien ¡Uno más! Y está vez trata de hacerlo mejor Kageyama -le dije en tono de burla sólo para molestarlo.
-Tchz- tronó la lengua- ¡Ahi va!
Otro pase perfecto, otro remate genial pero para Kageyama el rey de la cancha, nada era suficiente y me hacia repetirlo una y otra vez hasta que "saliera perfecto". A las siete de la noche terminamos de practicar. Hace una hora todos los demás se habian ido exhaustos pero nosotros nos quedamos hasta antes de que cerraran la cancha de entrenamiento.
-Por tu culpa es tardisimo, ahora no quedará nada de comer.-reprendí a Kageyama- La comida es lo más importante en la vida, eso y jugar hasta el último momento en la cancha -dije mostrando una sonrisa amplia.
-¡Estoy exhausto! -dijo estirándose, en un momento se le levantó la camiseta mostrando parte de su abdomen ¡Que demonios hasta lo tiene marcado! Y yo con la just...- Mañana tenemos un partido muy importante contra el Nekoma asi que debemos perfeccionar nuestros ataques. Por fin tomaremos nuestra venganza -terminó de celebrar Kageyama.
-Es cierto el partido anterior lo perdimos. ¡Esta vez no fallaré ninguno de los ataques! -dije entusiasmado haciendo una señal de victoria.
-
Y yo definitivamente no fallaré ninguno de mis pases, así que espero que todos los hagas perfectamente.
-¡Rey de la cancha! Lo haré, lo haré, lo haré. .! -seguí molestandolo hasta llegar a los grifos.
-Ya cállate chibi-chan.
-¡No me digas asi!
-Si cierto, mejor te llamaré enano sin talento. ¿Te gusta más?
-No, maldito rey dictador. Le diré al entrenador que te reemplaze a medio partido. -respondí haciendo pucheros. De una manera u otra Kageyama siempre me hacia molestar.
-Creo que tú serás quien sea reemplazado, enano sin talento. Si te desesperas como la otra vez e intentas robarle el balón a la estrella. -me reprochó mientras sonreia orgulloso y con aires de grandeza.
-No... no lo haré ¡Me convertiré en la estrella de Karasuno! ¡Brillaré a mi manera! -advertí gritando- Así como el pequeño gigante.
-Entonces... -vi como el cuerpo de Kageyama se tensó por completo- Entonces yo seré quien te ayude a brillar, entonces...
Mis mejillas comenzaron a sonrojarse. ¿Por qué me sentia asi? Es un chico, como yo... Entonces ¿Por qué me emocionaba tanto cuando él me decia todo eso?
¿Por qué mi corazón latia a mil?-K-Kageyama -dije nervioso- . ¿Es sólo el volleyball verdad, es hacer "puum" y "paamm" al atacar... ¿verdad? -dije nervioso haciendo las respectivas señas.
De pronto sentí un roce frio en los labios. Todo el cuerpo se me erizó.
¿Verdad?
-¿Crees que sólo, que esto es un juego?
Si quieres llegar al cielo -comenzó diciendo sonrojado- yo te daré mi mano, si quieres traspasar muros y ser la estrella, y-yo te daré todos los pases perfectos para que puedas tocar el cielo, para que...Toquemos juntos el cielo -dijo finalmente volteando hacia el otro lado.
Sin saber que decir tomé impulso y lo abrazé. De inmediato sentí una calidez grata y confiable, Kageyama me correspondió apretando mi cuerpo contra el suyo. ¿Eso estaba tan mal? Y aún así, se sentia tan bien. Como si hubiera estado esperando este momento, como si a pesar de todo, Kageyama y yo estabamos destinados a estar juntos más allá de la cancha de volley. Más allá de ese pase y ese remate.-Entonces Kageyama,
¡Toquemos el cielo juntos! -le respondí sonriendo.
Fin (?)
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N/A
Mi primer fic yaoi (?) No pude evitarlo amo el KageHina, no se pero creo que son la cosa más linda del mundo!! *-*
Debia ser un oneshot pero también podria convertirse en un fanfic con más capis. ¡En fin, espero les guste!
♡
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TOQUEMOS EL CIELO JUNTOS (KAGEHINA)
FanfictionKageyama y Hinata se odiaban a morir, pero repentinamente en un práctica descubren que lo que sienten es más de lo que ellos creen.