La misión

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-Os estaba esperando-dijo el viejo sabio

-¿Cómo sabias que íbamos a venir?-preguntó Marco

-Lo sabía porque yo fui quien os llamó, pasad -dijo

Entramos en su casa y no era gran cosa pero se estaba bastante bien. Había chismes por todos lados que no sabía para que servían y me tropecé con alguno.

-Me gustaría hacerle unas preguntas sabio

-Preguntame lo que quieras elegida

-¿Por qué yo?

-Exactamente no lo se, el colgante es quien te eligió no yo

-¿Y como contactaste conmigo?

-El colgante me ayudó a adentrarme en tus sueños si lo recuerdas puede viajar a donde sea

-¿Que necesitas de nosotros sabio?

-Necesito que completeis una mision, porque a mi me queda poco tiempo

-¿Qué clase de misión?

-Necesito que hagais un viaje hasta llegar a la costa de Egipto y tiréis el colgante al mar sin que los guardias del faraón os maten

-Pero eso es muy fácil, nos teletransportamos con el colgante

-Esta vez el colgante no te podrá ayudar mucho ya que hay dos colgantes en una misma fecha y lugar únicamente podrás viajar a el sitio de donde has venido, el colgante solo os puede guiar

-¿Cuanto tiempo se tarda en llegar? -preguntó Marco

-Unos tres días a camello

El viejo sabio se dió cuenta de la herida infectada en la mano de Marco

-Déjame curarte esa herida ya que si se estiende más la infección habrá que cortarte la mano

-Cúramela

El sabio cogió unos líquidos muy raros y los mezcló, quedando una sustancia de color verde

-Esto te va a doler, preparate-dijo el sabio mientras le ponía un trozo de tela en la boca a Marco para que no gritará

El sabio empezó a echar la sustancia en la mano y Marco empezó a retorcerse de dolor. Yo estaba algo asustada con lo que parecía que dolía pero me quedé muy sorprendida cuando vi que la herida desaparecía por completo sin quedar ni una cicatriz. Era mágico.

-¿Cómo lo has hecho? -pregunté sorprendida

-Es un secreto

Marco se había sentado en una silla por el dolor que había sentido

-¿Estás bien?

-Si , es que me ha dolido muchísimo

-Pero por lo menos ha valido la pena ya que no te ha quedado ni una cicatriz

Le ayudé a levantarse y le di un poco de agua que me había dado el sabio para que se la tomará. Me dirigí al sabio y le dije:

-Bueno sabio, necesitaremos camellos, agua y comida para nuestro viaje-le dije

-Esta todo preparado, llevareis sólo algunas provisiones porque no podemos sobrecargar a los camellos

-¿Y cómo comeremos cuando se nos acaben?

-Iréis pasando por ciudades, allí comprareis más comida. Os guiará el colgante

-¿Cómo nos va a guiar el colgante?

-El colgante sabe cuando necesitas su ayuda ,se activará y ira guiandote a donde debes ir

-¿Cuándo saldremos?

-Saldreis al anochecer ya que no habrá tanta gente para veros salir de la ciudad

-Pero hará mucho frio por la noche con nuestra ropa nos congelaremos

-Por eso os he preparado esta ropa, que os protegerá del frío y del calor-dijo sacando dos prendas de la época

Nos probamos las prendas y nos estaban perfectas como si estuvieran hechas a medida. El sabio preparó a los camellos y les cargó el equipaje. Al anochecer nos subimos a los camellos preparados para partir

-Antes de irme me gustaría saber tu nombre para poder recordarte

-Solo si me prometes que te lo llevarás a la tumba ya que sólo lo sé yo

-Lo prometo

Se acercó a mi oreja y me lo susurró. Es un nombre que nunca podré olvidar y un nombre impresionante. No sé ni como describirlo. Era la hora de marchar y me despedí por última vez del viejo hombre que se coló en mis sueños.

La leyenda del colganteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora