Capitulo 1

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Hoy es mi cumpleaños, cumplo 18 años, por fin soy mayor de edad, cuando tenía 4 años, mi padre nos abandonó a mi madre y a mí, nos dejó tiradas, pero aún así, consiguió sacarnos adelante, siempre tuve un vínculo especial con ella, le tenía especial cariño, fue la única persona que me amó, que me cuidó, y que siempre estaría conmigo.

Me desperté com gritos y saltos de alegría de mi madre:

-¡MARINA! ¡HIJA! FELICIDADES MI VIDA, VENGA LEVANTA O VAS A LLEGAR TARDE AL INSTITUTO.- Dijo mientras se tiraba a mi cama, cayendo encima mío para darme un gran abrazo seguido de miles, millones de besos.

-Mamá... no quiero ir hoy.

-Hija, tienes que ir, y esta tarde puedes quedar con tus amigas para hacer algo, es tu cumpleaños pero no puedes faltar a clase.- Dijo levantándose de encima mío para darme un beso en la frente.

-Jo mamá... Vale...

-El desayuno esta en la mesa, te he hecho gofres.

-Gracias mamá, te quiero.

-Come rápido que llegarás tarde.

Comí lo más rápido que pude, me puse la ropa rápidamente, me peiné y cogí mi mochila.

-Mamá, me voy ya.- Dije no sin antes darle un fuerte abrazo.

-Ten cuidado Marina.

-Vaaale.

*Ya en el instituto*

Mis amigas empezaron a venir, a darme besos y abrazos, felicitándome por mi cumpleaños. Estaba empezando a agobiarme, odiaba que mucha gente a la vez me rodeara. Noté como empecé a sudar, y mi vista comenzó a nublarse. Y así, sin más, me caí al suelo.

Todos quedaron mirándome, impactados, sólo dos o tres personas reaccionaron y se acercaron a mi para ayudarme.

Un chico fuerte, muy guapo, con una sonrisa preciosa me ofreció su mano mientras yo estaba en el suelo:

-¿Estás bien?

-S-Si... No sé que me ha pasado.

-¿Necesitas que te ayude en algo?

-No... Gracias.- Dije sonriéndole mientras me ayudaba de su mano para levantarme.

-Soy Ismael, por cierto.

-Oh... Emm.. Yo soy Marina, un placer conocerte.

-¿Seguro que estás bien? Estás muy pálida.

-Estoy un poco mareada... Pero no es nada.

-Te acompañaré a tu siguiente clase, dame tu mochila.

-No es necesario, de verdad.

-Sólo quiero ayudarte...

-Bueno... Vale.

Le di mi mochila a Ismael, y empezamos a caminar.

-¿Te duele algo?

-No, ¿por qué iba a dolerme?

-Por caerte del cielo...- Dijo riéndose a carcajadas.

-Que gracioso...

-No ahora en serio, ¿qué se siente al caer desde tan alto?

-No se puede ser más cursi... Bueno a mí me toca clase aqui.

-Dime tu número, y hablamos luego.

-Emm... Vale, apunta.

Le di mi número y nos despedimos con dos besos en la mejilla y entré a clase por fin.

La Historia De Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora