Capítulo 39.

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  No podía dejar de abrazarlo, me era imposible. 

Pensar en lo difícil que debe haber sido para Jorge estar con los gemelos sin recordar a Jack, su hermano, era terrible. Todas las veces que pude haberlo ayudado y no lo hice. 

Jorge estaba dormido y a pesar de que ya habían pasado algunas horas desde queme contó, no podía dormir. Estaba abrazada a él y tocaba mi estómago para asegurarme de que mi pequeño -gran- maní no se vaya, no podía ni imaginar perder a León o a Diego.

Me paré de la cama y caminé hasta la habitación que sería para mi maní, una cuna estaba justo al medio, circular y con una cinta roja, en cuanto la vi me enamoré y Mercedes también. 

Me senté en la silla que estaba allí, nos habíamos adelantado bastante pero estaba feliz sabiendo que mi maní llegaría a un buen lugar. 

No podía creerlo, ver a Jorge llorar por recuerdos del pasado había sido definitivamente terrible, joder no sé puede sentir aún culpable. Jack era el que quiso hacer esa broma, y aunque era su hermano -es difícil pensar en Jorge con un hermano- él había sido el culpable, por muy cruel que suene. 

Volví a pararme y caminé hasta la ropa que teníamos para la bebé, no era demasiada pero creo que era lo suficiente para el primer mes, Jorge decía que necesitábamos comprar más pero esa ropa le durará tan poco que no dan ganas de gastar dinero en eso.Habían hartos juguetes y muñecas, que genial era esto y que diferente era nueve años atrás.Cuando nacieron los gemelos jamás pensé que luego tendría una pequeña princesita que nacería con todos estos lujos. 

¿A qué mundo venía?

 Sólo espero que sea igual que los gemelos, no físicamente sino en su forma de ser,yo estoy feliz por como se comportan los gemelos y aunque saben el dinero que tiene Jorge y lo mucho que han tenido estos últimos meses siguen apreciando las pequeñas cosas y siguen tratándome igual que antes. Me gusta saber que ellos no han cambiado y sepan que no porque su papá tenga una Audi ellos merecen tenerlo sólo con pedirlo. 

-Mamá -susurró León en la puerta. 

-¿León, qué haces acá? -pregunté caminando hacia él. 

-No puedo dormir -murmuró limpiándose los ojos. 

-¿Quieres qué duerma contigo? -toqué sus hombros. 

-¿Cundo Maní nazca podré dormir con ella? -preguntó. 

-Sí, claro que puedes -sonreí y caminamos hasta su habitación. 

La habitación de León estaba llena de cómics, era gracioso y a él le encantaba. 

-¿Dónde está papá? -preguntó acostándose. 

-Durmiendo -me acosté al lado de él y León sonrió. 

-¿Tu tampoco puedes dormir? -preguntó. 

-No -murmuré- ¿Cómo estuvo tu día? 

-Genial, gracias por hacernos el cumple -agradeció. 

-No importa, no es nada León. Vamos, cierra los ojos y cuenta hasta 100. 

Minutos después León estaba dormido y me levanté de la cama. 

-¿Tini? -escuché a Jorge desde la puerta. 

-Shh -caminé hasta la puerta y luego la cerré- ¿Por qué no estas dormido? 

-Pensé que te habías ido -me abrazó lo más fuerte que pudo aún cuando el estómago no lo permitía.

Papá por Accidente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora