Tres.

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En aquel parque abandonado nos besamos, nos besamos hasta que la noche cayó y nos seguimos besando.

En ese momento, me di cuenta de que eras el chico más guapo del mundo entero; en ese momento, entre aquellas hojas de otoño, deseé que estuviéramos juntos mucho tiempo; en ese momento te quise a ti y a nadie más.

Me duele de corazón recordar aquellos momentos, solo puedo llorar y desear haber hecho las cosas de otra manera, pero no te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes.

Y es que, a pesar de lo diferentes que éramos, de lo nerviosa que me ponías cuando estabas con tus amigos y lo idiota que solías ser para llamar mi atención. En aquel primer beso me sentí tan a gusto. Sin dudas ni incomodidades. Pude ser yo, porque tu me aceptabas tal y como soy, sin máscaras. Éramos solos tú y yo.

¡Quédate! Y ya veremos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora