Capítulo 28.

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  Llamada telefónica.

—Esta bien, Lake —Me dijo Logan—

—Te amo Loggi —Le dije—

—También te amo lakey —Dijo—

—Necesito pasar la prepa Logan —Dije—

—Yo igual, ojala pudiera acostarme con Jacob. —Río—

—Si —Hice una risa incomoda—

—Adiós

—Bye

Fin de la llamada.

[...]

Fui al baño a la mañana siguiente, me había manchado el pantalón ¡AHH! Odio tener el período, me desnude y lave mi ropa, me puse la compresa, y luego un pantalón. Mi padre vendría en la noche por mi, baje las escaleras y me encontré a Perrie y Zayn sentados en el sofá, parecían trasnochados ambos. Salí de la casa y fui hasta el centro de la ciudad donde me encontré con Logan. Lo vi entre la multitud su cabello negro, su piel blanca.

—Logan te amo —Grite entre la multitud—

El volteo, sonrió y abrió sus brazos, yo corrí hacia a el y me lance en sus brazos abiertos, lo abrace fuertemente luego bese su mejilla. Tanto tiempo sin verlo.

—Te amo más Lakey —Me abrazo de nuevo—

Logan y yo duramos tanto tiempo hablando, que el día se hizo noche, el tiempo paso volando y nos fijamos en la hora, vimos que estábamos muy lejos del centro de Londres, habíamos caminado demasiado, nos despedimos como siempre lo hacíamos, yo partí en un taxi, llegue a la mansión de los malik, aliste lo que quedaba en mis maletas, cambie mi compresa en el baño. Guarde el pantalón que había lavado esta mañana en mi maleta, la habitación había quedado vacía, como Zayn me la entrego, limpio y reluciente, escuche el sonido de la puerta abrirse.

—¿Te irás? —Era Zayn—

—Sí.

—¿Por qué?

—Esta no es mi casa.

—No lo hagas.

—Lo siento —Dijo alzándome de hombros—

—No te vayas

—Te llamaré y te visitaré.

—Esta bien —La bocina de la limusina se escucho—

Baje con Zayn el cual el me ayudo con las maletas me despedí de todos y por ultimo de Zayn, le di un fuerte abrazo, y le dije que mañana vendría por mi camioneta, monte en la limusina y me fui.

[...]

Llegue a mi casa, esa gran mansión que no había visto en cinco meses, las de servicio las tenían lista para nosotros, entramos y la casa estaba impecable, la cena en la mesa, entramos y comenzamos a cenar, papá se despidió y se fue a dormir. Yo subí a mi habitación, mañana empezaría a acomodar mi desorden, y a vacía maletas.

[...]

Desperté muy temprano en la mañana, me duche, me cambie la compresa y me vestí con ropa muy cómoda para comenzar a desempacar. Desampaque todas las maletas, empecé a ordenar cada cosa en su lugar, me llevo horas, termine y baje a "Desayunar". Volví a subir, busque mi celular y bajaba lentamente las escaleras, vi a papá en el sofá, fui hasta el y me senté a un lado de el recostando mi cabeza en sus piernas, el veía las noticias en la tv, yo simplemente no prestaba atención.  


La hija de la sirvienta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora