POC Zak:
—Zak.
Dije a la vieja detrás del mostrador, cual nunca he visto—probablemente sea porque nunca he visitado la biblioteca en toda mi vida escolar—. La vieja detrás del mostrador alza su vista hacia a mí y se acomoda los lentes.
—¿Nombre?
—Zak, se lo acabo de decir.
—Nombre completo.
Puse los ojos en blanco y me recargue en el mostrador.
—Alexandr Zackhrov.—dije prácticamente escupiéndolo con odio. Sinceramente no me agrada para nada mi apellido.
La vieja o señora, como quieran decirle, se para de su asiento y pone una gran caja encima del mostrador.—Pon estos libros en su lugar.—mira su reloj de mano— tienes 20 minutos.
—¿Qué si me pierdo?
—Pues trata de no hacerlo.
A regañadientes tomó la gran caja azul del mostrador y sí que pesa. La vieja ha de tener superpoderes o se pasó todo el cd de fitness todo el verano, que se yo.
La biblioteca consta de dos pisos, en la planta baja hay pasillos con libros y en la de arriba, también. Un puto laberinto.Cojo el primer libro, que además de encontrarse en mal estado su título era: las mil y una noches.
—¿Y ahora donde se supone que deje el libro? Ni puta idea, intentaré con otro.
Dejé el libro en un rincón y cogí otro, cuál su nombre es: La Odisea.
—Supongo que es literatura griega, así que debo de encontrar el pasillo.
Empecé a caminar por toda la Santa biblioteca y ni madres, no está el maldito estante. Y mi paciencia creo que explota ya que dejó la caja de libros en un rincón oscuro, detrás de todo... Así nadie se dará cuenta, eso espero.
Estaba caminando por los pasillos hasta la señora detrás del mostrador pero Lets go surfing de The Drums y mi celular vibrando en mi trasero hizo que me detuviera."Heey Zakhrov, hoy donde o q rollo?"
Tome mi celular con ambas manos y escribí lo más rápido posible.
"No puedo Mike. La bruja me obliga a cenar esta noche"
"Auch. Que la suerte este siempre de tu lado Zak, jaajajja"
Puse mi celular en mi bolsillo pero a los 10 segundos volvió a sonar. Miré la pantalla de mi celular y era Charles.
—Y ahora ¿Que se le ofrece a la bruja? —solté.
—Joven amo. Le ruego que no llame así a la presidenta. Solo llamó para avisarle que la Señora lo esperará con su acompañante.— Charles era el mayordomo de nuestra residencia, ademas de serlo. Lo veía como un segundo padre, desde que el "original" no volvió después de su viaje.
— Pues dígale a la "señora" que no hay cita. Voy solo.
— Consigue a una, es urgente que venga acompañado. Un auto lo esperará afuera del Gouches en media hora.
— Eh si... — levanto la vista y vuelvo hacia mis pies. — Me encuentro en la escuela.
— Gouches en media hora. — Y cuelga.
Okay, no traígo el puto auto por culpa de Gabriel así que a pata me voy a Gouches. Me acerqué a la vieja detrás del mostrador avisando que ya me iba y esta enfadada me replicó que solo había estado no más de una hora trabajando y no dos como "debería" de ser. Iba saliendo por la puerta pero por un movimiento brusco termino chocando con una morena de no más de los 165 centímetros.
— Mira por donde caminas, pitufina.— le dije a la morena y esta me patea en la pierna derecha.
— Mira imbécil. Mueve tu asqueroso trasero de mi vista.— me replica la morena.
— Ya quisieras despertar con este trasero todas las mañanas. — dije mostrando una sonrisa juguetona.
— ¿QUIEN MIER*DA CREES...— levanta la vista hacía mi rostro y sus labios forman una "O" en sus labios. —que eres...
— ¿Te conozco?— por un momento la chica se me hacía familiar. Recuerdo a verla visto antes.
— No. — me empuja hacia la pared para poder entrar a la biblioteca pero le tomo de la muñeca.
— Bueno, como sea que te llames. Ven conmigo.
— ¿Qué? — me dice atónita.
— Así como lo oíste. — empiezo a caminar hacía afuera del instituto con ella prácticamente arrastrándola.
— Pero ¿qué demonios estas haciendo conmigo?— dijo la morena. — Espera... ¿¡ME ESTAS SECUESTRANDO?! ¡AYUDA!
— No seas ridícula. No te estoy secuestrando.
— ¿Me violaras?
— ¿Por quién pedazo de mierda me estas tomando el pelo? — dije exhausto. Jamás en mi puta vida le haría algo así a una mujer.
— Nadie. Lo siento. ¿Qué quieres de mi?— se detiene en la entrada del instituto y me volteo hacía ella.
— Un favor. — la miré a sus ojos negros, wow son intensamente grandes y muy lindos.
— ¿Qué tipo de favor?
— Pretende ser mi novia esta noche.
— ¿Qué? ¡Pero ni siquiera sabes mi nombre!
— Entonces...— me acero a ella y la tomo por la cintura. — ¿Me diría su nombre?
— No y no me toques— se suelta de mi agarre.
— Bueno ¿tú nombre es...?— ella hace un bufido y suelta.
— Miranda. Miranda Waters.