Tricutri

Capítulo III conociendo a Trey.

Mi viaje con Trey fue genial pero muy silencioso, luego, de la nada me dijo:

-pero si vienes de tan lejos como es que llegaste a Tricutri.

-pues un duende me encontró y me dijo que fuera con él –respondí.

-debiste de haber cruzado el arco –afirmo –y, ¿Cómo era aquel duende? –pregunto Trey.

-pues era medio alto parecía una persona normal en chiquito pero al llegar con él me pateo.

-aquel es el ultimo duende de su especie se llama Tercius –dijo Trey riendo –no entiendo cómo fue que Tercius te encontró pero me alegro de que lo haya hecho.

Al decir aquello Trey, yo me puse muy roja y tardamos 10 minutos en volver a hablar lo que dijo después me tomo por sorpresa, primero miro el pasto después las hojas de los arboles luego a mí y dijo:

-oye Luna de qué color son mis ojos me podrías decir por favor

Luego de decir aquello me paró en seco y me obligo a verlo fijamente a los ojos yo de nuevo me sonroje y le dije:

-no tienen color exacto de la única manera que los puedo describir es que son del color de las hojas de los arboles cuando apenas secan.

De nuevo comenzó a reír pero esta vez yo le dije:

-de que tanto te ríes si se puede saber

-claro –respondió el –todos dicen que me parezco a mi padre pero la verdad es que yo jamás lo conocí me dicen que cuando él murió tenía los ojos verdes como el retoño de un árbol y que en sus mejores tiempos sus ojos parecían hojas caídas por esa razón todos me dicen que "si las hojas caen la vida no se va".

Trey se empezaba aponer triste y yo rápidamente cambie el tema

-oye no teníamos que buscar a ¿tranos, trenes, trinos?

El de nuevo rio y dijo:

-Tronus tenemos que encontrar a Tronus.

Caminamos 15 minutos más y, delante de nosotros había una cascada enorme Trey chiflo pero el sonido era muy diferente al que hizo George, la cascada se abrió como una cortina y de ella salió un mino tauro, su voz era muy grave, aquella criatura gigante y extraordinaria hablo:

-quien me ha hablado.

-yo, George nos mando a buscarte –respondió Trey

-¡Ah! Trey –dijo de nuevo el mino tauro agachando la cabeza en dirección de Trey.

-Trey que descortés eres muchacho –después dirigiéndose a mi dijo –mi nombre es Tronus y soy el jefe de la guardia real en tricutri.

Yo estaba muerta de miedo mi vos apenas se oía pero aun así dije:

-mi nombre es Luna encantada de conocerlo

 Tronus se dirigió a Trey. –¿Cuál es su rumbo muchachos?

-nos dirigimos a ver a las princesas –respondió Trey.

Tronus miro el cielo y dijo:

-Los acompañare, pero será mañana ya esta anocheciendo y tenemos que descansar, pasen, pasen a mi humilde hogar.

Trey y yo asentimos y nos adentramos en la cascada.

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