6 meses para vivir [Terminada.]

Deja vú. (Final Pt.2)

ALEX'S P.O.V

Habían pasado meses, habían pasado tantos malditos meses que no me di cuenta de cuando llegó la navidad. Esta no había sido como la primera vez. Nadie quería verla, todos estabamos demasiado heridos, demasiado sentimentales como para verla. Ibamos de vez en cuando para estar con ella, pero nunca ninguno de los tres hbía logrado estar con ella un día entero. La esperanza se había ido y era como ver su cadaver con un poco de pulso, recordandote que en cualquier momento se podía desaparecer. 

Al principio, Chuck había tenido una esperanza casi psicopata. Iba a verla diario, a contarle cosas, a ponerla al tanto de lo que pasaba en la universidad, como era el ultimo año. Era como si nada hubiera cambiado, hasta que poco a poco lo perdío, se dío cuenta de que nada era igual, porque ella estab inconsciente, no podía contestarle y menos escucharlo. Al principio no le importó, pero con el paso de los meses el hecho de hablarle a un casi cadaver le comío la poca esperanza que quería. Se volvío loco dentro del cuarto destrozandolo todo, rompiendo todo lo que veía. Pero ella ni siquiera parpadeo, no podía. Era como si no existiera, poco a poco, Chuck dejó de ser chuck. A decir verdad, creo que todos dejamos de ser nosotros mismos, creo que una parte de nosotros murío cuando ella quedó en coma. 

Aún teniamos las cartas que Kira nos había dado. No he leído la mía, siento que si la leo será lo ultimo que sepa de ella, y aunque haya conseguido dejar de llorar todo el día de todos los días, no estoy listo para dejarla ir. 

Un año depues.

Hace un año que no escucho su risa, hace un año que no me río realmente. No le leído su carta, Chuck ya lo hizó, la leyó junto a ella. Había imitado su voz tratando de reirse, pero se puso a llorar hasta que horas despues se recompuso y la leyó el solo, simplemente sosteniendo su mano. Su mano, que a estas alturas no era mas que huesos y un poco de piel palida. 

Seguíamos siendo mejores amigos, seguiamos haciendo lo mismo pero la cosa era que cada que reiamos más de dos segundos ella no lo hacía, y eso nos impedía volver a sonreír en todo el día. Las noches eran terribles, pero eventualmente el sueño me vencía, en cambio los días eran lo peor. Nada me distraía del hecho de que ella no estaba, nada me sacaba de sentir su ausencia. Ya la visitaba todos los días, era necesario, incluso había una parte de mi que seguía creyendo que un día abriría sus ojos y me sonreiría. No podía, me rehusaba a creer que la ultima vez que vi sus ojos fue en un choche mientras ella se desangraba. 

Ya no me culpaba tanto, Chuck e incluso Ethan habían ayudado con eso. La verdad todos nos ayudabamos los unos a los otros. Los tres nos sentíamos terribles. Era asqueroso ver el tiempo pasar mientras ella estaba estancada en nada. Ni viva ni muerta. 

Siempre que estaba a punto de leer la carta me paraba y me decía que un día despertaría y ella me la podría leer. Los días siguieron pasando, la gente que una vez los admiro tanto no parecía importarles. Era como si solo fuera un chisme de alguna novela mala. Pero no lo era, Kira era alguien, Kira es alguien. 

Año y medio despues

Ethan lidiaba con el dolor a su propia manera, tragandoselo. A veces saliamos y otras no, no me interesaba realmente, creo que a el tampoco. Nos cuidabamos los unos a los otros, pero Ethan era solitario. Chuck intentó de todo, desde salir con chicas, alcohol hasta drogas. Nada le sirivío. 

Un día se atrevío a ir a un profesional. Tuvo que tomar medicamento, no estaba bien todavía, no creo que algún día llegue a estar bien. Pero ya no llora, comienza a reír un poco y creo que la culpa ya no le late tan potente. Las pildoras se hicieron más fuertes, aún así hacían el mismo efecto. Chuck había sido una persona decentemente feliz, ahora parecía ser el fantasma de quien había sido, sin embargo veía que estaba saliendo adelante poco a poco. No importaba que medicinas tomára, lo ayudaban.