Prólogo

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¿Alguna vez os habéis enamorado de una mente? Supongo que no. Estáis a punto de descubrir un nuevo sentimiento, uno que jamás habréis podido imaginar ni que existía. Es frustrante querer cambiar tus sentimientos hacia algo, es difícil, duro y una tortura psíquica. Intentar contradecir tu propia mente trae consigo efectos secundarios. Más bien, consecuencias. La gente dice que es triste enamorarte de una persona sin nunca antes haberle visto su rostro. A mí me parece todavía más triste enamorarse de un físico antes que de una mente. Cierto es, que duele menos el amor físico, el mental mata. Te vuelves loco, sufres delirios que provocan insomnio, y en él habitan pensamientos de incertidumbre.

White SwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora