1

1.3K 96 44
                                    

El trolley siempre pasa a las 7:30 am por la parada cerca de mi casa. Siempre hay gente pero hoy por alguna razón yo era la única que lo esperaba. Siempre a esta hora el trolley iba lleno y yo tengo que irme parada, tratando de no caer.

Pero hoy, cuando pasó el trolley estaba casi vacío. Digo casi por que habían sólo dos lugares disponibles. Uno al lado de un chico y el otro al lado de una señora con cara de pocos amigos. Decidí sentarme al lado del chico. El iba volteando hacia la ventana, cosa que yo también hago cuando me toca en la ventana.

Traía los audífonos puestos, se escuchaba algo de lo que oía. Si no me equivoco escuchaba 5 Seconds of Summer. Una buena banda. Sin duda una de las mejores. El trayecto que hace el trolley hacia la escuela se me hizo lento este día. Yo solo escuchaba canciones que salían de los audífonos del amigo misterioso. Canciones como Love Me de The 1975, Safety Pin de 5 Seconds of Summer y alguna que otra de Lana del Rey.

Llegó la hora de bajarme, la escuela quedaba a dos cuadras de la parada. Empecé a caminar. Escuché pasos atrás de mi, voltee y el mismo chico del trolley estaba caminando con la mirada en el suelo y las manos en los bolsillos del pantalón a solo unos metros de mi. Caminé mas rápido.

Al llegar a la escuela voltee hacia atrás y el chico ya no estaba. Que alivio. Ahora mismo me tocaba español, una clase que odio. Fui a mi casillero por mi libro y mi cuaderno, los meti en mi mochila y fui hacia el salón.

Al llegar no había nadie. Faltaban al menos diez minutos para que el timbre tocara. Me senté en el lugar de siempre. Minutos después llego Caspar, mi mejor amigo.

-Hey- me saludo desanimado. Y se sentó en el lugar de atras.

-¿Acaso te convertiste en zombie?- le pregunté.

-No, solo no dormí bien- dijo con los ojos cerrados- ¿ya oíste lo que dicen?

-No, ¿qué?

-Tendremos un nuevo compañero. Dicen que es de Inglaterra, aunque otros dicen que es de Australia.

-Un chico canguro es lo único que faltaba aquí- dije tratando de hacer reír a Caspar. Aunque lo que hizo fue mirarme algo mal.

-Enserio SYDNEY- dijo haciendo énfasis en mi nombre

-Que me llame así no quiere decir que sea de Australia.

El no dijo nada, por que se quedó dormido en la mesa. Que raro. Sonó el timbre y ni así despertó, lo bueno que estábamos hasta atrás del salón.

El salón se empezó a llenar de mis compañeros, con ninguno de ellos hablaba, excepto Caspar. Cuando llegué aquí el fue el único que me habló por eso es mi mejor amigo. Algunos piensan que somos novios pero la verdad nunca hemos sido mas que amigos.

El profesor llegó.

-Bueno días alumnos, hoy tenemos un nuevo alumno en esta clase- dijo muy rápido- pasa- le dijo a alguien afuera del salón. Esa persona entró. Se me hacia conocido.- Bien, presentate- le dijo el profesor.

-Mmm hola, me llamo Troye Mellet, soy de Australia- se quedó en silencio y miró al profesor como diciendo que ya había acabado.

-Bien, ve a ese lugar, al lado de Levinson- dijo el profesor señalando el lugar vacío a mi derecha- ese va a ser tu lugar durante todo el año.

Me alegra que el profesor no haya visto a Caspar dormido atrás de mi. El niño nuevo, Troye, se sentó al lado de mi, yo lo miré y el también, me sonrío y yo también.

Era guapo, realmente guapo. Tenia ojos azules y creo que hasta ahora es el único chico que esta sumamente delgado y aun así se ve bien. Y su cabello, se veía muy suave. Se veía muy agradable. Pero sigo diciendo que se me hace conocido.

El profesor empezó a anotar algo en el pizarron y todos lo copiamos, yo miraba de vez en cuando al chico nuevo. Muy guapo para no poder mirarlo.

La clase paso rápida, cuando menos lo espere toco el timbre, mire hacia atrás y Caspar aun seguía dormido.

-Oye, creo que él tiene el sueño pesado- escuche una voz, voltee hacia donde venia esa voz, era de el chico nuevo Troye.

-No te equivocas- el sonrió- soy Sydney- me presente.

-Creo que ya te sabes mi nombre, pero soy Troye- me tendió la mano y le estreche con el.

Otro profesor llegó, el de matemáticas, otra clase que odio.
Nos puso a hacer unos ejercicios y yo no respondí ninguno por que no me daba la gana.

Al parecer Troye si, por que estaba muy concentrado haciéndolos, cuando el profesor pidió que los lleváramos para que los calificara, Troye fue uno de los únicos que se levanto. El profesor veía el cuaderno de Troye con una sonrisa. Se lo devolvió y el se sentó de nuevo en su lugar.

El timbre sonó por segunda vez y aproveche para preguntarle algo a Troye.

-¿Que hiciste para que el profesor estuviera sonriendo?- le pregunte.

-Nada, solo conteste bien los ejercicios- no puedo creerlo.

-¿Eres algún genio, o algo parecido?

-No- dijo sonriendo.

-Entonces no eres de este mundo, o algo- el sólo rió.

Las clases pasaron rápidas este día, a mi siempre me parecía que duraban eternidades. A la cuarta hora de clases Caspar despertó. Se hizo amigo de Troye, y lo invitó a que comiera con nosotros. Cuando se acabo la cuarta hora, fuimos a la cafetería.

Cada quien tomo algo de comer y nos sentamos en una mesa que por suerte estaba vacía. Empezamos a platicar los tres de cosas sin sentido y reíamos mucho, hasta que alguien llegó para arruinar todo nuestro buen ambiente.

Jet Black Heart | Troye Sivan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora