— Lia, ¡¿qué ha pasado?! —pregunta mi madre.
— Tropecé y caí. Caí muy duro —mentí.
Mi madre me mira preocupada al principio, pero después me dirige una mirada fulminante.
— ¿Qué? — pregunto.
— Eso se verá feo —me responde.
— Nada que alcohol y algodón no puedan limpiar.
La directora Morgan firma junto a mi madre y nos despedimos amablemente de ella. Soy conducida por mi madre por las escaleras que hace unos minutos fueron mi camino hacia los problemas.
Unos minutos después llegamos a casa, subo las escaleras lo más aprisa para ir a ver el desastre de cara que tengo. Cuando estoy a un paso, bueno, exactamente dos:
— ¿No vas a conocer a los nuevos vecinos, Lia? —pregunta la voz de mi madre.
— ¿Para qué quiero conocer a un montón de personas con un pastel de bienvenida? —pregunto rodando los ojos.
— Por amabilidad —me responde.
— Pues mala suerte, hoy dejé la amabilidad en mi almohada.
Subo rápido las escaleras y entro en lo que es ahora mi habitación. Todo un cambio nuevo, todo nuevo. Empezar desde cero.
— ¿Dónde he dejado mis Ladysoft? ¡Ag! Todo un fastidio.
Busco en las cajas, esperando encontrar lo que necesito. Mi madre grita desde la puerta:
— ¡Espero que estés hablando seriamente con tu almohada sobre devolver tu amabilidad, querida! —grita. Pronto escucho sus pasos bajando la escalera.
Es el último mes en esta escuela, quizás debería preocuparme por primera vez en mis estudios y mejorar las calificaciones, elegir una buena universidad...
*
Más tarde bajo a cenar. Me encuentro con una inesperada visita: Jessica. Mi prima. Tiene 18 años y es muy guapa, tiene un cabello liso negro y un rostro blanco. Solía decirle que era Blanca Nieves.
Corro a darle un abrazo.
— ¡Jessi! —le digo.
Me devuelve el abrazo y me sonríe.
— ¡Tenemos programada una fiesta con unos amigos y tú vendrás! —me dice contenta—. ¿Cierto que vendrá, tía? —le pregunta a mi madre.
Ella la mira con una cara de enojada y a la vez de felicidad por su llegada.
— Siempre y cuando lleguen temprano —dice un humor bipolar.
Le doy un abrazo a mi madre y un beso en la mejilla.
— Eres buena después de todo, ¿sabes? —le digo al oído.
Se va a la cocina gruñendo. Yo miro a Jessi con una cara de complicidad.
— Me salvas, éste día no puede acabar del todo mal.
Luego llega mi madre con un plato de comida y me lo deja en la mesa, le doy las gracias. Me levanto luego de la mesa y voy a dejar mi plato al fregadero, lo lavo y Jessi llega a decirme que en 10 minutos salimos y que debo arreglarme de inmediato. Corro a la habitación y en 10 minutos estoy lista. Me pongo un jeans ajustados color morado oscuro y una remera blanca con escote. Utilizo unos tacos y mi cabello lo recojo en una coleta.
*
Estoy en la puerta, a las 22:00 hrs junto a Jessica y veo a sus amigos: son realmente guapos. Entre ellos veo a Eliot mirándome e intento esconderme detrás de Jessica.
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"Él, mi Profesor. Indescriptible".
DragosteElla es Lía Appell, 17 años. Ama los libros y vive en Chicago. Le queda poco para la Universidad y antes de ello, ha tenido cambios, sin embargo vendrán más. Entrar a la Universidad no es complicado, mantenerse allí y estar enamorada a la vez, sí. ...