Prólogo

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Luego de la última guerra de las dos Coreas, los ciudadanos pensaron que no volverían a ese pasado oscuro. Todo se lo debían a la familia Kim y sus guerreros que lograron unificar de nuevo a los dos países, rompiendo finalmente la gran brecha que se había formado.
El líder de la rebelión fue capturado en la prisión de máxima seguridad de UllungDo junto a todo aquel que atentó contra la vida de miles de coreanos en batalla.
El pueblo agradecido con sus salvadores, se tomó la decisión de nombrar como gobernador de la nueva Gran Corea a Kim Joon Seok, siendo este quien decidiese que su descendencia siguiese con su liderazgo, dividiendo el país en cinco reinos.

MiJeog, el reino de mayor importancia en la toma de decisiones, conformado por todos aquellos que se dedicaron al arte y a la transmisión de sentimientos mediante este. Los Lejeu, los únicos de todo el reino en donde podían vivir las mujeres lesbianas con total libertad, luego de que el machismo permitiese la vida libre de los hombres homosexuales en cualquier parte; aquí cada mujer tiene una función especial. Los Him, donde en su mayoría formaron parte de los guerreros que lucharon en la guerra de la Unificación, hombres dotados de extrema fuerza e inteligencia, tanto en varones como mujeres. Los Yol, expertos en el arte de la comida, excelentes pescadores y cazadores, sus habilidades con el cuchillo son inigualables. Y por último los Eum, aquellos que tienen a los mejores músicos, quienes a base de sus grandes talentos lograron el permiso del rey Joon Seok de recibir la comida que solo los Yol poseen para alimentar a su pueblo que carece de esos recursos.

Se empezó una nueva era para los coreanos, por primera vez podía sentirse la justicia gobernándolos y no pensaban cambiar eso. Pero aún quedaba un grupo de simpatizantes del antiguo dictador, esparcidos a lo largo de todo el reino, con un solo objetivo: devolver la separación de las dos Coreas y el retorno de su líder al poder. Las batallas volvieron a empezar, y aunque salieron victoriosos y capturados los detractores, el hijo del rey fue inoculado con el virus de una enfermedad no contagiosa y sin cura, una que lo mataría con el pasar de los años. Un secreto que fue guardado durante años, hasta que los síntomas se hicieron más notorios y postrado en una cama se vio sin ninguna esperanza el futuro del MiJeog. Dos años después, el nacimiento de Kim TaeYeon trajo cierta luz al pueblo.
La princesa de MiJeog y futura reina, toda la responsabilidad de la Gran Corea recaía sobre sus hombros y como la tradición lo decía, necesitaba de un esposo y nuevo rey que le garantice un heredero. Se la ha preparado durante diecinueve años para obtener el cargo y sobre todo para el concurso de elegir entre tres candidatos a su nuevo compañero de vida.

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