Keep Me In Love - Keep Me #3

Capítulo 6, Cass POV (Parte 2)

Nota!!!

Primero que nada, siento mucho no haber subido nada en... D: demasiado tiempo, estaba en examenes finales y fue un caos, me enfermé, rodé, casi reprobé, pero al final pasé todo (okay exagero con reprobar pero iba a sacar menos de 90 y soy de esas que llora si no tiene buenas calificaciones XD) Ahora sí, entre esta semana y la que sigue subo los dos últimos capítulos más el epílogo de esta historia. ¡Mil gracias a quien haya llegado hasta aquí! 

*************************************************************************************************

—¿Entonces está vivo? —pregunto por milésima vez, el doctor intenta no darme de nuevo esa mirada cansada sin éxito.

—Sí señorita Grey, el joven Korsakov solo está en un pequeño coma por el trauma del golpe, pero despertará en un par de días no tiene por qué preocuparse.

Mi aliento sale de mi boca mostrando mi alivio, mis manos no han dejado de tocar una de las inmensas manos de Dan desde que lo encontramos, justo después que me recobré de la explosión corrí hasta la destrozada camioneta para buscarlo, varios de los hombres de mi padre regresaron igualmente al no encontrarme cerca de ellos y entre todos no tardamos más de dos minutos en encontrar a Dan quien se encontraba bajo un árbol lastimado e inconsciente.

Una de las camionetas regresó por nosotros y afortunadamente no hubo ninguna persecución de los chicos malos.

—¿Exactamente cuánto tardará en despertar? —la pregunta tensa viene de Kira quien tampoco se ha movido de este lugar desde que trajimos a Dan, Derek se fue después de que lo corrí a gritos pero ella no se movía no importaba lo venenosos que fueran mis comentarios.

—No lo sabemos, pueden ser horas o días señorita Carter —responde el doctor— pero prometo que él estará bien.

Creo oír un "más le vale" de Kira entre dientes pero no estoy segura, la quiero fuera de aquí su simple presencia me incomoda. Miro de nuevo la cara dormida de Dan y siento que todo se revuelve dentro de mí ¿hasta cuando la gente que quiero saldrá dañada por mi culpa?

—Deberías ir a dormir Cassandra —Mason Carter, mi padre, entra en la habitación con sus ojos azules clavados en la figura dormida de Dan a pesar que me habla a mí no me mira, e incluso aunque está solo a unos pasos puedo sentir su molestia irradiando de cada poro de su cuerpo, estar cerca de él es mucho más difícil que estar cerca de Kira por lo que dándole una última mirada a Dan salgo de la habitación directo hacia mi cuarto.

Al llegar estoy tan distraída que no noto a Derek de pie cerca de la ventana, hasta que se mueve para mirar hacia mí.

—¿Cómo está? —pregunta tranquilo, tal vez demasiado tranquilo lo miro con precaución al contestar.

—Bien, el doctor dice que despertará en unas horas o días, pero no sufrió ningún daño permanente.

—¿Y tú cómo estás? —su pregunta suena interesada pero él no hace ningún movimiento para acercarse a mí, se limita a mirarme fijamente con los brazos cruzados.

—Viva —me encojo de hombros bajando mi mirada.

—Apenas

Conteniendo el aliento me acerco hacia él y enredo mis brazos en su cintura. —Lo siento —me esfuerzo mucho para que mi voz suene tranquila y no revele las ganas de llorar que tengo. —Esto es mi culpa, de nuevo.

Después de unos segundos sus brazos me rodean y me siento en casa, a salvo de nuevo, coloca su mentón en la cima de mi cabeza alborotando mi cabello con su respiración. —Me gustaría decirte que no tienes la culpa esta vez pero maldita sea Cass casi haces que te maten. Estoy molesto Cassandra, lo que hiciste fue probablemente la cosa más idiota que has hecho en tu vida.

Cierro los ojos sintiendo culpa por sus palabras, tiene razón y más porque por mi estupidez hice que Dan saliera herido, Dan quien siempre ponía mi vida por encima de la mía y estuvo tan cerca de perderla... me estremezco.

—Lo siento —es lo único que puedo decir, aunque no sea suficiente.

Derek presiona sus labios contra mi frente. —Eres impulsiva, salvaje, peleonera, y muchas cosas más que hacen que tenga un dolor de cabeza constante —puedo sentir su sonrisa contra mi piel— pero no te habría amado si fueras diferente.

Alzo mi mirada para encontrarme con sus ojos llenos de una fe y sinceridad tan grandes que hacen que las lágrimas sean imposibles de contener. Acerco su cara a la mía porque sé que ninguna palabra podrá expresar exactamente como me siento con él.

Cuando lo beso siempre pasa lo mismo, me olvido completamente de todo, es como si con él pudiera escapar de cualquier problema, él era mi lugar seguro. Termino jalándolo hacia atrás hasta que ambos caemos sin cuidado sobre la cama, sus manos acarician tiernamente mi cara como si se asegurara que sigo aquí con él y las mías hacen lo mismo, ambos olvidamos estos últimos tensos días, esas peleas y perdonamos cada vez que nos dañamos. Y es perfecto, se supone que así es como funciona el amor.

—No vuelvas a asustarme así —me susurra besando con delicadeza cada parte de mi rostro a la que tiene acceso. —Promételo.

—Lo prometo —digo sinceramente y lo acerco más a mí borrando cada centímetro que nos separa.

Todo mundo se encuentra tenso, mi padre apenas soporta verme unos cuantos minutos antes de apartar la mirada. Kira ni siquiera me mira, mantiene sus ojos en Derek lo que ha comenzado a molestarme y yo solo sostengo la mano de mi novio intentando encarar todo de buena gana, porque quiera o no, esto es verdaderamente mi culpa.

—Pudiste morir Cassandra —gruñe mi padre nuevamente -¿En qué pensabas? ¿En qué pensaban todos? Son unos idiotas

—Eran —le recuerdo— todos están muertos ya.

—Afortunadamente.

Cada que recordaba al animado grupo de chicos con los que salí un nudo se formaba en mi estómago, yo los vi morir, los vi morir por mi culpa y ahora tenía pesadillas sobre ellos unidas junto a las de mi padre, Alex y Adam.

—Esto no habría sucedido si usted no hubiera sido un maldito idiota con ella, —me sorprende que Mason aun no haya golpeado a Derek quien lo ha insultado al menos de diez formas diferentes en la ultima hora. —Acepte su responsabilidad también.

El rostro de Mason está rojo de molestia pero gracias al cielo un golpe en la puerta del despacho nos salva. Un guardia delgado se asoma por la abertura.

—Señor una mujer está aquí para verlo, dice que es importante.

Mi padre sopesa la situación un rato y finalmente asiente cruzando sus brazos sobre su pecho de forma tensa. La puerta se abre completamente y una mujer de largo cabello color caoba entra, está usando un elegante abrigo blanco y cuando sus ojos color caramelo se cruzan con los míos me parece terriblemente familiar.

—¿Qué haces aquí? —pregunta mi padre completamente sorprendido y pálido. Por primera vez desde que lo conozco se ve vulnerable.

La mujer no aparta su mirada de mí ni de Derek.

—Escuché algunas cosas —habla con voz clara y ronca, esa clase de voz que escuchas comúnmente en las compañías de sexo telefónico. —Y pensé que sería buena idea visitarte así que aquí estoy.

—Esto es una mala idea —dice mi padre aún más tenso que hace unos momentos al ver la forma en que ellas nos mira, no sé por qué pero estoy intimidada.

La mujer lo ignora con un simple gesto de su mano y se acerca unos pasos a nosotros.

—Entonces, ¿ustedes son los que mataron a Alexander?

Derek jadea a mi lado y es cuando entiendo por qué su cara me resulta tan familiar.

Es Melanie, la madre de Alexander.