Allí estábamos,seis años después,en el jardín de nuestra nueva casa.Era una sorpresa que le había hecho a Lauren cuando volvimos de la luna de miel.Habíamos ido a Las Bahamas.Lauren siempre había querido ir allí de vacaciones y como yo lo único que quería era que ella fuese feliz,la llevé allí.
Yo sugetaba las manos del pequeñín de 11 meses y caminaba con él por el jardín.Sabía caminar,pero muy poco.No quería que se hiciese daño por eso lo agarraba. Tenía los ojos verdes,como los míos y tenía el mismo color de pelo que Lauren,marrón muy oscuro.
Lauren estaba sentada en una toalla con las mellizas de cuatro años al lado.Les estaba enseñado a cantar.Lauren quiere tener una gran familia y que todos cantasen,como la suya.
Habíamos tenido a las mellizas con 24 años,muy pronto,pero Lauren estaba perfectamente preparada para cuidarlas y luego,tres años después,llegó el pequeño.
Cogí en brazos al niño y me acerqué a Lauren.Luego lo cogió ella.
-¿A ver como cantan mis pequeñas dormilonas?
María y Lisa.Así se llamaban.Yo quería ponerle a una de ellas el nombre de Lisa,porque quería mucho a la hermana de Lauren,era como una hermana para mi.Lauren quiso ponerle a la otra un nombre español y le dije María.Era un nombre que me gustaba mucho.El pequeño se llamaba Ross.Los dos estábamos de acuerdo en ponérselo.
María se tiró encima mío y Lisa se le unió.Cogí a una en cada brazo y heché a correr.Luego volví con Lauren.María y Lisa estaban jugando a lanzarse la pelota y Ross estaba echado en la toalla durmiendo.Me senté al lado de Lauren.
-Eres perfecta.-le dije.
-Y tú.-me empecé a reír.-Quiero decir,que eres perfecto,no perfecta
-se explicó riéndose.
Me acerqué más a ella y la besé.
-Te quiero,Pelayín.
-Te quiero,dormilona.