••MI CABALLERO••

MARATON 1/?

Hace un mes no e compartido con ustedes lo perfecto que es tener como novio a Mario, cada noche que paso con él es mágica ya que desde entonces todas y cada una a dormido conmigo, no hay miedo de seguir si él esta aquí, no hay nada mal.

Años queriendo descubrir lo que es el amor y en tan solo un mes él vino a demostrarme mas que eso, él es un Caballero excepcional, es como un sueño.

Él saca lo mejor de mi, mis mejores pensamientos, mis mejores sonrisas mis mejores abrazos, mi mejor palabra de amor.

-Buenos días, Amor.- Mario estaba sobre mi besando mi nariz.

-Buenos días, pequeño.- mi voz estaba ronca debido a que apenas despertaba.

-¿Me acompañas en la ducha?.-

-Mario.- me reí por lo que acababa de decir.- Hoy no toca bañarme.- reí a un mas.

Mario comenzó a reír, todos los días tomaba una ducha es obvio que lo iba a hacer pero no con el.
Mario cubría nuestras cuerpos con la sabana sobre nuestras cabezas y sonreía sobre mi boca al besarme.

-Habrá reglas, vamos te invito a bañarnos.- me tomo por las caderas y giro en la cama conmigo ensima de su cadera.

-Ok, solo porque habrá reglas.- le guiñe el ojo y corrí hacia el baño.

-Tramposa.- corrió atrás de mi y comenzó a besarme.- Ok pequeña persona comienza el juego.- se quito el pantalón de pijama quedando en Boxer.- Nadie se va a tocar ahí adentro.- señalo la regadera alzando una ceja.- Me bañare como si no estuvieras aqui, ¿De acuerdo?.- dijo esto mientras deslizaba su bóxer dejándolo caer al piso.

-¿Que pasa si me tocas o te toco? Tiene que haber un castigo.- Alce ambas cejas y él sonrio.-

-Eso lo veremos después ahora entremos ahí.

Me quite el pijama doblándolo y dejándolo sobre la taza de baño después alce mi cabello con un listón en un nudo alto.
Quede desnuda frente a Mario quien al parecer finjia no mirarme.
Me acerque al lavamanos y saque una de mis cremas para la ducha y comencé a masajear mi rostro con una de ellas mientras la enjuagaba y desenredaba mi cabello con un cepillo, cuando algo inesperado paso, Mario salió de la ducha con shampoo en los ojos.

-Ayuda, no puedo ver ____.- comenzó a caminar hacia mi.
Comencé a reír por lo bajo y lo tome de las manos.
Mario se acerco a mi pegando nuestros cuerpos, sentí lo mojado que estaba y resbaloso por el jabon.
El contacto de nuestros cuerpos fue tan excitante que salte y gemí.
Enseguida una sonrisa se asomo por su rostro.

-No estas cumpliendo las reglas del juego cariño.- derrepente abrió los ojos sin malestar alguno y abrí grande mi boca.

-Eres un tramposo Bautista.- reí y  envolví mis brazos  por su cuello para besarlo y él me acerco mas él, su miembro rozo en mi entrepierna y salte al sentir lo grande y lo bien que se sentía, entro conmigo a la regadera mientras el agua corría entre nosotros, no dejábamos de besarnos y cada que nuestros cuerpos golpeaban uno con el otro gemíamos.

Me separe un poco de él y lo vi directamente a los ojos.

-¿Quieres que pare?.- pregunto agitado.

Negué con la cabeza y solo volvió a mis labios a besarlos con lujuria.Me alzo y entrelace mis pierna en su cadera provocando que nuestra intimidad rozara lo que ocasionaba que gimiéramos de placer, pase mi mano por atrás de mi espalda para cerras la regadera que seguia funcionando.

-_____, te deseo, te deseo de una manera desesperada, estoy loco por tu cuerpo, loco por sentirte mia.- Susurraba en mis labios mordisqueandolos provocando que se hincharan, camino hacia la pared Apoyándome contra ella haciendo que lo frío de esta corriera por todo mi cuerpo provocando mas placer de lo que podía sentir.- Di que me deseas.

-Mario.- susurré en sus labios.- Te deseo, te deseo mas que a nada en esta vida, te deseo de una manera loca, te deseo como el mismo infierno, ahora quiero sentirme tuya, Hazme tuya.- acaricie su nuca jalando un poco su cabello.

-Siempre e sido un firme creyente de tener lo que deseo y hoy, Hoy te deseo.

Besaba mi cuello lentamente, salio de cuarto de baño y se dirigió a la cama aun conmigo en sus caderas, estábamos húmedos y frios, poco a poco me fue acomodando sobre ella y se pozo arriba de mi viéndome fijamente a los ojos.
Beso la punta de mi nariz y me sonrió, estoy  pérdidamente enamorada de este chico.

-Me beso.

-La bese.

-Y fue...

-Extraodinario.

Terminamos agitados, agotados aunque estaba segura que nunca tendría suficiente de esto.
Estaba acostada en el pecho de Mario formando pequeños círculos con mi dedo índice en el y él sobaba con sus manos mi espalda. Ninguno hablaba, el silencio era mas que perfecto en este momento.

-¿Te lastime?.- derrepente hablo con su voz preocupada.

*Narra Mario*

Había pasado uno de los mejores días que e tenido con mi ,____.
Aunque estoy seguro que pude ser algo agresivo o posesivo, es la primera vez que ella hace esto y no dudo en que esta cansada, adolorida y confundida.

-¿Te lastime?.- le pregunte preocupado.

Alzo su mirada inmediato y  me miro confundida.

-Jamas.- dijo sin dudarlo y sonrió.

-Eres lo mas perfecto que pudo llegar a mi vida.- bese su frente y la abrace.

-Sabes quiero intentarlo.- De un brinco se sentó sobre mi.- Solo dime si hago algo mal.- me guiño el ojo coquetamente y comenzó a mover sus caderas en circulos.- Demonios y mas demonios esta chica es única, quiere volverme loco, es la misma Diosa del sexo en viva carne.

-Este es tu castigo chico malo, por no respetar las reglas del juego.

Dios mio.

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