Capítulo 9

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-Estás loca- fue lo primero que se me ocurrió.

Pero... ¿y si fuera verdad? ¿Qué pasaría si yo me llegaba a enamorar ahora? y más que nada, ¿qué pasaría si me llegaba a enamorar de Sean?

De repente recordé que antes de haber quedado inconsciente me había distraído, me había distraído por ver a Sean.

< Esos ojos... >

No estaba lista para eso. No estaba lista para aceptar o si quiera plantearme la posibilidad de que me gustara alguien. Nunca nadie me había gustado y ahora no era el mejor momento. Ahora debía concentrarme en sólo una cosa: entrenar. Una guerra estaba por venir y si no encontrábamos al fénix deberíamos estar listos para enfrentarla. Solos. No había otra opción y el tiempo se nos estaba agotando.

-Sabes que no te creo ¿verdad?- Despegué la vista de la pared y miré a Joanna.

-¿Qué hora es?- Necesitaba distraerme y rápido, de un momento a otro la ansiedad por salir de aquí se estaba apoderando de mí.

-Es medio día. Si nos apresuramos podremos llegar a tiempo al almuerzo.- Internamente le agradecí a mi amiga que no siguiera con el tema y me diera un respiro.

-Llama a los chicos y diles que los veremos en la cafetería.-

-Eso no será necesario.- < Esa voz...>

-¡Aidan!- mi mejor amigo apareció por el umbral de la puerta. Tras él, Jonathan reía y traía consigo un papel en la mano.

-Joanna predijo que te querrías ir cuanto antes así que nos tomamos la libertad de pedir que te dieran de alta.- Me extendió el papel para que pudiera tomarlo.-  La doctora dice que tengas más cuidado la próxima vez y que si tienes alguna molestia no dudes en volver.

-Gracias.- les sonreí.

-Bueno que les parece si vamos a comer algo. Muero de hambre.- Joanna fue la primera en salir de la habitación y Jonathan fue tras ella.  Aidan se quedó atrás y  me ayudo a ponerme de pie.

-¿Cómo te sientes?- Poco a poco me puse de pie e ignore el dolor que me producía el moverme.

-Eh estado mejor.- Me reí. – Pero creo que para mañana estaré como nueva.

-Me diste un gran susto.- y me envolvió en sus brazos.

-Perdona.- susurré.

Nos separamos y alcanzamos a los chicos quienes esperaban en la salida del gran edificio.

-¡Apresúrense que no vamos a alcanzar comida!- mi amiga chillaba y brincaba junto a Jonathan.

La verdad es que estaba hambrienta y no veía la hora de comer algo.

Caminamos por todo el sendero hasta llegar a la cafetería, subimos las escaleras y nos sentamos en nuestra mesa preferida. En ella, se podía tener una vista perfecta a la bahía.

Como era un buffet, todos nos servimos nuestra propia comida y nos sentamos a comer.

-¿Alguien cree que no hay nada mejor que la pasta?, claro, alguien que no sea yo.- Jonathan tenía un plato de pasta frente a él y se veía saboreaba cada bocado.

-Tienes que ir a Italia, eso sí que es pasta.- Joanna se empezó a reír. Para nadie era un secreto que mi amiga era italiana y si alguien sabía de pastas, era ella.- ¿Quién es ese?-

Todos volteamos hacía donde se encontraba la mesa de los egresados, que se encontraba a un par de mesas de nosotros, y notamos que algunos se hallaban de pie. Entre ellos, un chico alto se encontraba de espaldas, Kol hablaba con él y le daba una de esas palmadas en la espalda que se dan los hombres.

Y de repente el chico se volteó.

Tenía el cabello castaño claro ligeramente largo y era delgado pero musculoso. Sus facciones estaban bastante marcadas y yo noté al instante que me recordaba a alguien.

-No puede ser...- Joanna se quedó con la boca abierta. Parecía confundida y alegre a la vez. Se levantó de su asiento y caminó hacía el desconocido.

-Joanna espera.- Corrí tras mi amiga quién ya se hallaba a unos pasos de distancia.

Tocó el hombro del chico y este se volteó mostrando una gran sonrisa. Mi amiga soltó un gritito y se abalanzó sobre el desconocido, bueno, para ella no tan "desconocido" al parecer.

Oí unos pasos que se acercaban y noté que los chicos ya se hallaban a mi lado. Todos mirábamos la escena confundidos.

-¿Qué está pasando aquí?- me preguntó Aidan bajo para que sólo yo pudiera escucharlo.

-La verdad no tengo idea.- le contesté.

Joanna dejó de abrazar al extraño y se volteó hacía nosotros.

-Chicos, él es Ethan.- este nos ofreció una amigable sonrisa.-Mi hermano.-

~Los elegidos~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora