Hace dos semanas que ya no tengo hambre, no tengo sed, no tengo ganas de respirar, no tengo ganas de vivir, no tengo familia. Estoy harta de que todos manden mensajes y llamen para decir que comprenden mi dolor, porque se que no es verdad, nadie va a comprender mi dolor.
Me mandan al psicólogo pensando que me va a hacer sentir mejor, pero no, nada cambia; y no es que soy una de esas personas cerradas que va al psicólogo para quedarse mirando una pared, yo descargo todo mi enojo y mi tristeza en esas cuatro paredes, pero lo único que logro es salir llorando de ahí todos los días sin que nada cambie. "El tiempo lo cura todo" ¿Será eso verdad? Yo no lo creo.
No puedo creer que siga en esta casa, ordenando mis cosas para irme y no volver mas. No puedo creer que ellos ya no estén acá. Todas esas veces que me daban ganas de tirar todo porque mi madre no paraba de gritar o todas esas veces que recibía un "no" por respuesta de mi padre, todas esas veces que discutíamos, las peleas, los gritos, los momentos felices, las risas, daría todo por volver a vivir aunque sea un solo segundo mas con ellos, para poder despedirme, decirles todo lo que los amo y todo lo que me hacen falta.
-Shay, no quiero apurarte, pero el avión sale en tres horas, deberíamos ir yendo en un rato. - dice mi tía suavemente, asomándose a la puerta, y recordándome que me voy, que tengo que dejar todo, mis amigos, mi novio, mi casa, mi vida. Derek, mi novio, ha estado llamando todo el tiempo y ha venido todos los días, pero yo nunca tuve ganas de hablar, ahora que lo pienso, tal vez fui un poco egoísta, pero realmente no sabia que decir, de todas formas el siguió viniendo, incluso dijo que hoy iba a venir, supongo que estará por llegar, dijo que iba a venir con Sarah, mi mejor amiga, no puedo creer que tenga que irme. ¿No podía tener familia en Nueva York? ¿Porque tengo que volver? Se que toda mi familia esta ahí, pero voy a visitarlos todos los años, tengo 17 puedo quedarme a vivir sola en un dormitorio e ir a visitarlos como siempre; no entiendo porque están empecinados en que no voy a estar bien sola, no voy a estar bien sola y tampoco acompañada. El próximo año es mi ultimo año en la secundaria y tengo que empezar en un lugar nuevo, con gente que no conozco y que en este momento tampoco estoy interesada en conocer. Mi vida es un asco.
Escucho como la puerta principal se abre, y escucho las voces de Derek y Sarah. Si fuese un día normal, como lo eran antes del estúpido accidente que arruinó mi vida, saldría corriendo a abrazarlos, pero no, sigo en mi habitación ordenando mis cosas; en realidad ya terminé de ordenarlas pero estoy sentada en el piso de mi cuarto vació, mirando los dibujos en la pared que hice cuando era chica con mis padres y que nunca quise sacar.
-Hey! - Derek susurra entrando a la habitación. Cuando giro para mirarlo, veo que tiene puesta una remera que le regale una vez, una remera horrible llena de flores de todos colores que se la regale para molestarlo. Intento sonreír, pero como la ha sido en las ultimas dos semanas, es un intento fallido. - Iré a visitarte en unas semanas, cuando pase el cumpleaños de mi madre, ¿esta bien? - me da un suave beso en la frente y Sarah al mismo tiempo me abrace y susurra en mi oído - todo va a estar bien, te lo prometo, se que te molesta que te digan esto ahora, pero estoy segura que es lo que va a pasar - asiento, una vez mas intentando sonreír.
Después de estar un rato mas en mi habitación con ellos, mi tía vuelve a hablar - es hora de irnos, ¿estas lista?
-Si - mi voz se quiebra en el medio de mi simple y corta respuesta. Me paro y agarro una de las valijas y mi bolso-Yo, bajo las otras dos - Derek me regala una vez mas una de sus perfectas sonrisas. Voy a extrañarlo.
El viaje al aeropuerto es silencioso, Derek va manejando y yo voy en el asiento de acompañante, mi tía y Sarah están en el asiento de atrás y siento como susurran cosas acerca de mi "se va a poner mejor""el cambio le va a hacer bien""ella es mas fuerte de lo que piensa" y un montón de cosas mas que he escuchado innumerables veces los últimos días.
Cuando llegamos al aeropuerto Derek me ayuda a bajar todos los bolsos. No se si sentirme triste, angustiada, perdida, realmente no siento nada en este momento, solo un vació enorme.-Voy a extrañarte, sabes que a pesar de la distancia siempre voy a apoyarte, voy a intentar ir a visitarte lo mas pronto que pueda, te quiero mucho Shay - los pequeños brazos de Sarah me abrazan fuerte.
-Yo también Sarah - es todo lo que puedo decir mientras le correspondo el abrazo.
-Voy a ir llevando las valijas, ¿si? te espero en la puerta numero doce - dice mi tía, mientras se despide de Derek.
-Yo te acompaño, y te ayudo con eso - dice Sarah agarrando un par de bolsos y siguiéndola.
-Te veo en dos semanas - Derek me sonríe - de todas formas voy a extrañarte - me besa suavemente en los labios - vas a estar bien - me asegura.
-Eso espero - respondo bajito mientras lo abrazo.
-Vamos, tu tía ya debe estar esperando - me toma de la mano y me guía hacia donde están Sarah y mi tía.Después de unos minutos mas de despedida, subimos al avión. Cuando encontramos nuestros asientos, nos sentamos, mi tía me pidió que le dejara el pasillo, porque cuando viaja va al baño muy seguido y dice que no quiere molestar para pasar, a mi la verdad me da lo mismo, lo único que me molesta es que somos dos y algún desconocido se va a sentar a mi lado, espero que no sea alguien desagradable o asqueroso porque no tengo ganas de compartir seis horas y media con alguien así "esto antes no te pasaba" me recuerda mi subconsciente, volviendo mis pensamientos a los viajes que compartía con mis padres. Después de unos quince minutos sentada en el avión supongo que nadie va a viajar a mi lado ya que solo faltan diez minutos para despegar y aun no ha llegado nadie. Un chico alto con rulos y ojos esmeralda entra en al avión agitado, como si hubiese corrido y se sienta a mi lado, para callar mis pensamientos. Tiene varios tatuajes y no parece muy amigable. De todas formas lo que menos quiero hacer es hablar con alguien, así que mejor para mi.
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I'm Here
FanfictionShay Pryce una chica nacida en Holmes Chapel que a los 8 años se muda a Nueva York con sus padres. Tenia una vida normal y feliz, casi perfecta. Tenia un novio apuesto que la quería y la apoyaba en todas sus locuras, tenia un grupo de amigas que sie...