Capítulo 14 "Mentirosos"

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CAPÍTULO XIV

"MENTIROSOS"

Dos semanas después, estaba bebiendo mi café en la sala de estar cuando sonó el timbre de la puerta.

- Yo voy – grité a mis empleadas.

Me acerqué al vestíbulo, y al abrir la puerta, me encontré con la última persona que hubiese querido ver.

- Hola ¿está Vegeta? – me preguntó la mujer saiyan

- Que ¿Qué haces aquí? – exclamé sin entender

- ¿Vegeta vive aquí, no?

- Sí, pero es mi marido – alegué

- No legalmente ¿verdad? Él mismo me lo dijo. Créeme, me dijo muchas cosas

- ¿Qué es lo que quieres?

- Ya te dije, quiero ver a Vegeta

- Te llamas Leah ¿cierto? Vegeta no está, y aunque estuviera, él no está interesado en ti, me contó que salieron hace como treinta años, y que no fue importante, así que no tienes nada que hacer aquí ¿te queda claro? – dije, con rabia

- ¿Te dijo eso? Vaya... - sonrió – quizás te haría bien saber un par de cosas, por ejemplo, que no fue tan sin importancia, después de todo ¿Cómo dices que no fue importante cuando ibas a casarte con alguien?

No sé qué cara puse, pero ella parecía disfrutarlo. Sentí como mi corazón se quebraba, y como un enorme dolor empezaba a producirse dentro de mí.

- Estás loca, mientes – le dije, intentando sonar orgullosa – y ahora lárgate, no tengo tiempo para perderlo contigo.

- Está bien, no me creas. Y por favor dile a Vegeta que necesito hablar con él. Adiós, querida- se despidió sonriente, echándose a volar.

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Decidí regresar a casa, el entrenamiento de aquel día, junto a Kakarotto, había sido bastante agotador. Sobre el tema de Leah no habíamos mencionado ni una sola palabra, y es más, creo que hasta me había olvidado de eso. El problema fue cuando llegué a Capsule Corp.

Subí a nuestra habitación y de inmediato me metí al baño a ducharme. Al salir, me encontré con Bulma, sentada en la cama, mirándome con una expresión de tristeza.

- ¿estás bien? – le pregunté, aunque presentía que no lo estaba

- Vegeta, creo que no has sido honesto conmigo – me dijo

- ¿Qué? ¿De qué hablas? – inquirí nervioso, vistiéndome

- De tu "amiga" Leah. ¿Por qué tenías que mentirme? – preguntó, comenzando a exaltarse

- No entiendo de qué hablas

- De tú, y ella, planeando casarse ¡De eso es de lo que hablo! – gritó

Me quedé estupefacto ¿Cómo Bulma sabia eso?

- ¡Pero qué tonterías dices! – exclamé, intentando negarlo todo

- ¿tonterías? No es ninguna tontería

- ¿y de donde diablos sacaste esa idea tan loca?- reí

- Pues fíjate que esa idea loca me la dijo tu noviecita Leah ¿Qué te parece?

Dejé de reír. La cosa se estaba poniendo seria. Tenía dos opciones: aceptar mi pasado, y contarle la historia completa, o negarlo todo. Opté por la segunda.

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