Parte 1 Sin Título

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Hyeon y Chen cumplían 5 años juntos y habían decidido viajar pata celebrar, irían a la ciudad natal de Hyeon, aunque todo era una sorpresa para la chica pues Chen quería pedirle matrimonio en el lugar en que nació porque pensaba que eso sería más emotivo para ella puesto que hace mucho no visitaba aquel lugar.

Hyeon alistaba maletas emocionada, no sabia a que lugar irían, pero estaba segura que seria un lugar fantástico por el solo hecho de estar con Chen.

-Iré al trabajo a terminar unas cosas y vuelvo para que podamos irnos- dijo Chen desde la puerta y se acercó para darle un pequeño beso de despedida.

-No tardes, ve con cuidado, te amo.- Susurró esta de forma distraída mientras terminaba de alistar maletas.

Había pasado una hora y Chen no volvía, Hyeon estaba desesperada y muy preocupada, se movía de un lugar a otro con su telefono marcando el numero de Chen.
Se detuvo cuando empezó a sonar el teléfono de la casa, corrió a la sala de estar y contestó.

-¿H-Hola?
-Señorita Park Hyeon, la llamamos de el hospital, su novio ha tenido un accidente automovilístico.

El alma de Hyeon cayo a sus pies y sin esperar más soltó el teléfono mientras corría hacia la puerta.
Salió corriendo sin percatarse de si cerro la puerta o no.

Cuando llego al hospital, su respiración estaba agitada.

Se acercó a la recepcionista y le dijo el nombre completo de Chen no agradeció ni nada y cuando le dijeron el número de la habitación corrió hasta ella.

Cuando entró la madre de Chen estaba llorando a un lado de la Camilla de este el cual estaba lleno de cables y vendado por completo.

-Suegra, ¿Que pasó con Chen?- Dijo Hyeon con la voz temblorosa.

-Hija- se acerco a Hyeon y la abrazo- Cuando volvía del trabajo a su casa, se estrello contra un poste y esta en coma y los doctores dijeron que no había nada que hacer.

La madre de Chen le miró con lástima; sabia que a ella le dolía igual o mas el estado de el chico. Pero no lo demostraba, era igual que Chen, siempre fingiendo ser fuerte y sufriendo en silencio.

Hyeon se sintió totalmente devastada. El dolor en su pecho se convertía en algo insoportable, aquel dolor mutaba a lágrimas, lágrimas que caían por sus mejillas hasta llegar a su barbilla.

Chen le hacía falta, el chico se había convertido en su comida y oxígeno, y sin él, ella estaba perdida; como una niña sin su padre.

Hyeon llego a su casa con el corazón hecho pedazos, todo había pasado tan rápido, no podía creer que el se hubiera ido asi.
¿Como iba a poder superarlo?
Se tiro en su cama y estallo en llant, estuvo acostada en su cama casi un mes, no se movía, estaba pálida y ojerosa, si no fuera por la madre de Chen que iba a diario a darle la comida, probablemente ya habría muerto, aunque aquello no le importaba; no quería no se imaginaba una vida sin Chen a su lado. El era su vida, sin el no tenía nada.

Podía sonar exagerado pero aquel chico la había sacado del infierno y le había hecho sentirse viva después de mucho tiempo.

Su vida se había vuelto un infierno, el estaba en coma, con cero probabilidades de vivir y ella en vez de visitarlo se tiraba en su cama a llorar.

Era una idiota.

-×××-
Ya habían pasado tres meses desde el accidente, tres meses sin oír la dulce voz de Chen cantarle para que se quedara dormida, tres meses sin sus dulces labios, tres meses en el infierno.

La madre de Chen se había ido ese día diciéndole que no demoraba y que le tenia una sorpresa, Hyeon con ojos inexpresivos se había quedado en silencio, cuando la madre de Chen se fue, la chica de tez pálida y ojeras exageradas se levanto de la cama y entró al baño, acabaría con todo este maldito dolor.

-×××-

Volteo a mirar la puerta del baño, sus ojos se cerraban rindiéndose ante la vida, la sangre caía de su muñeca izquierda golpeando directamente con el piso y la derecha estaba metida en la tina tiñendo el agua de rojo, cerro los ojos y se rindió, quería ver a Chen, quería estar con el, la vida sin el no era nada.

Cuando estaba dando su ultimo suspiro, sintió la puerta del baño ser tumbada, sus ojos se llenaron de lagrimas por ultima vez y vio a Chen sentado en una silla de ruedas, con su último aliento estiró su diestra hacia donde Chen se encontraba, lo había arruinado.

- T-Te A...Amo, Chen.- Todo había acabado, ya no lo vería más, era una idiota.

-×××-

Chen caminaba por las solitarias calles de Seul con una mano en su bolsillo y la otra sosteniendo un ramo de rosas rojas.

Ya habían pasado tres años desde que perdió al amor de su vida, a su pequeña niña; suspiró pesadamente al notar que había llegado a aquel espantoso lugar, a pesar de que había pasado tanto tiempo le seguía repugnando aquel lugar y seguía negando el hecho de que ella ya no estaba.

Se agachó a la altura de aquella lapida.

"Park Hyeon.
1995-2016.
Que en paz descanse."

Las lágrimas no tardaron el aparecer en los ojos del chico, cerró los ojos con fuerza deseando que aquello fuera solo un mal chiste, pero no era así, se había ido.

-Se que tal vez es muy tarde.-Empezó Jongdae con la voz temblorosa.- Pero quiero que sepas que eres el amor de mi vida, antes de conocerte no sabia cual era la diferencia entre tener una vida feliz y una vida perfecta, llenaste mi vida de color, y le diste un nuevo significado.

Pausó por un rato mientras intentaba calmar sus sollozos y prosiguió.

- Se que es demasiado tarde ya, pero quería pedirte matrimonio. -soltó una débil risita y agachó la cabeza. - te amo tanto, Hyeon.

Su llanto seguía sin césar, no podía más, la extrañaba demasiado.

Se levantó no sin antes dejar aquellas rosas en su tumba.

suspiró.

Todo había pasado tan rápido, no podía creer que ella se hubiera ido así, de ese modo, nadie lo veía venir, ni ella misma; todo por una mala decisión.

"Te amo."


Gone.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora