5. Seré tu amigo sin condiciones [FINAL]

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Y ahora me encuentro de vuelta en Madrid, soportando las desventuras del desamor y su ironía. Estoy cayendo en un foso. No me gusta vivir en el pasado pero me he pasado los días leyendo lo que escribíamos mientras me lleno otro vaso de licor y todo empieza de nuevo. Diría yo que lo que más duele es saber que nunca podré tenerla en mis brazos ni amanecer en sus miradas como soñé tantas veces.

Pero entiendo que debo tener los pies firmes sobre la tierra y vivir en la realidad. Basta de fantasías románticas e irreales que jamás sucederán.

O al menos eso es lo que me he estado repitiendo, pero no consigo dejar todo lo que tiene que ver con ella de lado.

Hoy, después de pensarlo un buen tiempo, he tomado una decisión: seré su amigo incondicional para siempre. Sí, solo su amigo, para que confíe en mí, para poder protegerla y seguirla queriendo aunque ya no me corresponda.

Pienso que enviarle un correo electrónico en este caso sería poco, así que he decidido escribirle una carta con mi puño y letra, quizás eso transmita mucho más.

Esto es parte de lo que dice:

En nuestra historia, jamás estuvimos juntos y aún así creamos nuestro propio mundo. Yo por mi parte, jamás olvidaré cada momento especial que viví junto a ti, eso es algo que debes tener muy presente. Al final, acepto ser tu amigo y también tu abrigo en las noches más frías, desde ahora y para siempre. Como el verso que no sale, como el beso que se pierde, o como aquel instante alegre que recuerdas con tristeza.

Quiero pedirte que sigas sonriendo brillantemente como hasta ahora, sonríe siempre aunque la vida no te sonría y el reflejo del espejo te lo devolverá un día.

Hoy prometo ser tu amigo como me pediste, y también prometo olvidar todo aunque ahora suene lúgubre. Seré tu luz cuando solo veas oscuridad, seré tus ojos cuando llores... y aunque estas son solo tristes notas de un chico tonto, tus sonrisas, grabadas eternamente en mi corazón, se elevarán en latidos a capela en mi cabeza.

No temas nunca más, pues a pesar de todo, estaré aquí para ti en las malas y en las buenas, dispuesto siempre a cuidarte y quererte como lo hago ahora.

Yo, JoséMa, Seré todo lo que me pidas. Lo seré todo para ti, todo sin condiciones ni intereses, solo por ti.

Termino de escribir aquella acongojada nota y la llevo a la Oficina de Correos para que sea envida directamente a Colombia.

No sé cómo reaccionará cuando lea, no tengo idea de lo que hará o de si siquiera hará algo.

Aún hasta el sol de hoy, ella es todo lo que hablo, todo lo que veo, todo lo que callo, y lo más importante que he perdido.

Estoy sentado frente al mar, escribiendo sobre ella, resuelto a hacerlo por última vez. En la puerta de mi casa reposan los besos y las caricias que nunca compartimos, y en la tinta que voy gastando al escribir esto, en el poso de su olvido van quedando mis sonrisas.

Aunque ya no me pueda corresponder, seguiré siéndolo todo, dispuesto a ser lo que me pida y no dejarla a menos que ella lo decida.

Amor virtual, amor incondicional |Finalizado|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora