𝐃𝐄𝐒𝐏𝐔𝐄́𝐒 𝐃𝐄 𝐓𝐀𝐍𝐓𝐎 𝐓𝐈𝐄𝐌𝐏𝐎 | 𝐒𝐓𝐄𝐑𝐄𝐊

Después de tanto tiempo.

Todo el mundo sabía que Stiles Stilinski estaba enamorado de Lydia Martín. La pelirroja coqueta, y algo creída, siempre había tenido babeando al castaño.

Pero, sus sentimientos jamas fueron correspondidos. Lydia apenas lo veía como a un amigo.

Stiles llego a aceptar que Lydia jamas le iba a dar ni la hora, que su relación con Jackson no era el impedimento. Era el mismo, y que ella simplemente jamas lo vería de esa forma.

Sería mentir si dijeran que Stiles no se deprimió un poco cuando acepto esto. Después de todo, le había costado demasiado acercarse a Lydia. Para tener que aceptar su realidad.

Eran amigos. Y el suponía que podía con eso.

Lydia era grandiosa. Era graciosa, amigable, aunque un poco creída, no dejaba de darte una mano si la necesitabas, era coqueta y atrevida, pero jamas dejo de darse su lugar. Era perfecta.

Y Stiles lo sabía.

Y eso lo hacia mas difícil.

Aun más después de que su relación con el rubio había terminado definitivamente.

Todos sabían que Stiles estaba enamorado de ella.

Scott por supuesto lo sabía.

Allison lo sabía.

Isaac lo sabía.

Boyd lo sabía.

Erika lo sabía.

Jackson lo sabía.

El sheriff lo sabía.

¡Hasta Lydia lo sabía!

Y era, por eso, precisamente por el hecho de que absolutamente todo el mundo sabía que Stiles Stilinski estaba completa e irremediablemente enamorado de Lydia Martín. Que no entendían por que ahora la pelirroja lloraba diciendo que era demasiado tarde.

—¿Demasiado para que?—le pregunto Allison, abrazándola con fuerza para consolar a su amiga.

—S-stiles, el ya...el...el ya no esta...—y volvió a caer en llanto, cubriendo su rostro para que los demás no la vieran.

Nadie entendía nada. Habían acordado encontrarse en la vieja casa de los Hale, para convencer a Derek de que fuera con ellos al cine, y así "unir más a la manada".

Scott solo veía sorprendido a la pelirroja, agrandando los ojos y llevándose una mano a la nuca. Isaac estaba sorprendido, pero aun más confundido como para tener alguna expresión. Erika fruncía el ceño, rodando los ojos por la escena y cruzandose de brazos. Boyd solo tenia un brazo en los hombros de Erika, pero con una mueca de pena en los labios.

Scott dejo de ver a la pelirroja llorar, para dar una rápida mirada por el lugar. Frunciendo el ceño. Había olido a alguien adentro de la casa. A dos personas, más bien.

Tardo medio segundo en ver el jeep azul de su mejor amigo estacionado a diez metros de ellos.

Y tardo otro medio segundo en identificar el olor de Stiles adentro de la casa.

—Lydia—la llamo Scott, ella llevando la cara del pecho de Allison—¿Qué sucedió con Stiles?—pregunto, acercándose a Lydia.

—¿Q-que?—balbuceo, apartando las lagrimas negras de sus mejillas con una mano. Tenia todo el rímel corrido.

—¿Nos quieres decir que sucedió?—le susurro Allison con suavidad.

La pelirroja negó con la cabeza, haciendo una mueca de tristeza con los labios.