Habían pasado 1 semana desde que me comencé a portar indiferente con el. Una semana que el sigue dispuesto a saber el porque de mi indiferencia. No puedo. No puedo decirle que simplemente me enamore de el. Así no. Así no era como quería que pasara todo esto.
La universidad anunció que había problemas y no debíamos estar en la universidad por 1 semana. Así que.. ¿Qué mejor que volver a Canadá unos días? Me vendría bien un viaje a casa. Extraño a mi madre, y a mi padre por supuesto aunque no siempre estaba conmigo.
-¿Segura que quieres irte? -dijo Jeryl abrazándome mientras preparaba mi maleta.
-Quiero aclarar mis pensamientos. Aquí no puedo hacerlo. -dije sin mirarla. Ella no sabía de lo que creo que siento hacia Justin.
-¿Estas bien? -dijo ella.
-Estoy bien. -asentí y le dedique una sonrisa la cual no la convencí de estar bien.
-¿En cuantas horas te vas? -dijo ella casi para salir de mi habitación.
-En 2 horas. Me duchare y estaré lo mas pronto posible en el aeropuerto. -dije y no dijo nada más y salió.
Termine en 10 minutos de arreglar mi maleta. Sólo serían 3 días nada más. Así podía pensar con mayor exactitud las cosas y estar tranquila.
Luego de darme una ducha me vestí bien. Mi vuelo saldría de noche. Termine de arreglar mi cabello y salí con la maleta a la sala. Me encontré con el. Sus ojos. La manera en la que me miraba era diferente.
-Supe que te iras. -dijo acercándose a mi.
-Lo haré. -puse mis gafas aunque era de noche, me gustaba usarlas para viajar.
-¿Hasta cuándo? -pregunto.
-Vendré el sábado. -conteste y suspire.
-¿Prometes que regresaras? -dijo el.
-Lo prometo. -nos quedamos mirándonos por un buen rato. No pudo más y me estrecho los brazos y nos abrazamos como si dependiéramos de ello.
-Acepta dejarme llevarte al aeropuerto. -dijo sobre mi pelo.
-Como tu quieras. -sonreí absorbiendo su aroma en el pecho.
-Vamos. -cogió mi maleta.
-Me despediré de Jeryl. -sonreí y el asintió. Salí de ahí hacia la habitación de mi mejor amiga.
Ella se encontraba hablando por teléfono. Engancho cuando me vio.
-Adiós. -sonreí y ella me abrazo.
-Lo siento tanto. -dijo casi sollozando.
-¿Por qué? -pregunte.
-Has cambiado tanto conmigo y con Justin. -dijo y la mire.
-¿He cambiado? -mentía, claro que había cambiado.
-Sabes que si. -bajo su cabeza.
-Justin se ofreció a llevarme. Adiós. -la abrace por última vez y salí de ahí. Justin me esperaba en su auto.
Suspire y entre al auto actuando normal. Lo mire y me dedico una sonrisa.
Un viaje bastante largo en auto, hasta llegar a la pista de los aviones. Mi padre había mandado su propio jet privado, no quería pero así es el. Justin estaba ahí conmigo y no quería dejarlo así. El bajó de su auto y luego baje yo. Saco la maleta y se la entrego a un señor quien la subió al avión.
-Adios. -sonreí mientras el ya me abrazaba con fuerza.
-Te extrañare princesita. -sonrió el y me dio un beso en la frente.
-¿Princesita? -reí en voz baja.
-¿Puedo llamarte así? -me miro.
-Si. -sonreí mirándolo.
El estaba mirando mis labios y yo miraba los de el. El iba acercándose a mi. Sentía su respiración contra mis labios. Mi corazón latía más de lo normal. Temblaba. Mi cabeza daba vueltas. En mi estómago revoloteaban las mariposas. ¿Iba a besarme? No podía hacer eso. No podía permitir eso. Luego mis pensamientos estarían peor que como están ahora. Me aparte y el suspiro. Suspire aliviada y lo mire confundida. En sus ojos se notaba que quería besarme.
-Te quiero. -bese su mejilla y el cogió mi mano.
-Te quiero más. -dijo y no quería soltar mi mano hasta que poco a poco me fui desprendiendo de el. Le indicaron que tenía que moverse de ahí y el se fue. Entre al avión y descanse en el cómodo sillón que había. Me gustaba la tranquilidad. No se porque me sentí mal. ¿Debía hacer que ese beso se diera?